Prof. Dr. Georg Auernheimer
Pese a todas las protestas internacionales, se construyó una presa en el valle de Hasankeyf para retener el agua del río Tigris. Por lo tanto, asentamientos de cientos de años de antigüedad van a quedar bajo el agua. 10.000 personas perdieron sus hogares.1 Se trata de un vergonzoso desposeimiento de carácter manifiesto. No obstante, los desposeimientos han conformado el período preparatorio y la historia del capitalismo. Pero en la actualidad son más sutiles y secretas.
En Alemania Occidental, en la posguerra, cuando yo era más joven, el mundo parecía estar todavía en su sitio. Al parecer, el sistema satisfacía a todos. Hablar de explotación resultaba algo „anticuado „. Pues el nivel medio de ingresos, aunque modesto, aseguraba el nivel de vida de una familia. Además, se proporcionaba algo de seguridad para la vejez y la enfermedad, ya que en aquel capitalismo aún quedaban restos de una sociedad solidaria. En cuanto a la explotación del trabajo, ésta no era más suave que en la antigüedad. La plusvalía generada por los obreros fue reinvertida por las empresas, y esto ha sido la causa del llamado „milagro económico“. En cambio, una parte de esta plusvalía fue transferida a las instituciones públicas que representaban los intereses sociales generales, la infraestructura material y social mediante el flujo hacia el Estado en forma de impuestos:
Transporte, agua y energía, instituciones educativas, servicios sociales. En aquel entonces, la pobreza de los ciudadanos era algo que nadie conocía. La población estaba contenta con la movilidad territorial y social. Las expectativas de ascenso en la sociedad, la creencia en el desarrollo, la sensación de libertad y la confianza se ajustaban a ello.
Esta variante del capitalismo se basaba en razones históricas, confrontadas con el sistema socialista del Este, que exigía el proceso de reconstrucción, que requería más trabajadores y más inversiones de reserva, y provocaba la equiparación de los estándares sociales. En los Estados Unidos, la primera etapa del Fordismo y el régimen de acumulación de la política de New Deal de los años 30 se encontraban en la misma situación histórica específica, en la que era necesario añadir suficiente poder adquisitivo al mercado para garantizar la realización de la plusvalía. Se suman a ello las inversiones públicas en infraestructuras. Ambas aportaron una gran legitimidad al sistema. Tanto en EE.UU. como en Europa Occidental, el capitalismo se sentía y se vivía como una normalidad. Pero aún así, Marx aseguraba lo siguiente: Al progresar la producción capitalista, se forma una clase obrera que acepta las exigencias de ese modo de producción como una ley natural a causa de la educación, la tradición y la costumbre (MEW 23, 765).
Los habitantes de los países del Sur Global conocieron otro tipo de capitalismo, al menos en África, y de forma algo más moderada en América Latina. Tras la independencia de sus Estados, sus riquezas naturales, consistentes en materias primas y productos agrícolas, se siguen exportando, como en el período del sistema colonial. No sólo eso – la plusvalía creada se ha reinvertido hasta ahora a un nivel muy bajo, por lo que no se genera un poder productivo significativo. Hay que añadir la transferencia de beneficios al extranjero, sobre todo cuando muchas empresas extranjeras lo hacen y además se benefician de exenciones fiscales. En consecuencia, faltan recursos para la construcción, las infraestructuras y los servicios públicos. El Estado se encuentra empobrecido y se reendeuda constantemente. Las personas no sólo están explotadas, pues no crean plusvalía al trabajar, sino que, a diferencia del „Capitalismo a la Rhein „, toda la plusvalía es robada fuera del proceso de producción. Las infraestructuras siguen siendo débiles y el Estado abandona a la gente a su suerte. Se amplía la relación de explotación mediante la expropiación.
La expropiación se debe distinguir de la explotación (exploitation), de la retención de la plusvalía que los trabajadores crean en el proceso de producción (ver: Harvey 2015, 75). A diferencia de la explotación ella no es una parte directa de la relación de capital, ella completa la reproducción ampliada del capital. Whitfield (2020) retoma el concepto de Harvey de „desposesión“, Foster/Clark (2020) llama a estos procesos como „expropiación“ o „robo“.
Dicha situación, que se puede esclarecer en los países periféricos, se hace cada vez más realidad en los países centrales debido a la sobreproducción y a la globalización. El índice de inversión lleva décadas disminuyendo (Zinn 2015, 38). Zinn habla de un „estancamiento de la acumulación“ (41). Mientras las inversiones productivas disminuyen y siguen disminuyendo -la crisis de Corona agravará esta tendencia-, aumentan las adquisiciones de empresas por parte de inversores institucionales interesados en la desintegración a corto plazo de una empresa. Frente a la disminución de las tasas de beneficio en la producción de materias primas, „los mercados de inversión actúan como un elixir del crecimiento“ (43). La economía se está financiarizado. Puesto que las oportunidades de inversión son limitadas, los capitales que buscan áreas de inversión codician las instituciones públicas. Éstas abren el apetito de los inversores debido a la seguridad de la demanda. No obstante, la posición de monopolio de, por ejemplo, las empresas públicas, las compañías de transporte o las empresas energéticas suele ser muy prometedora. Así se explica la tendencia a la privatización de las empresas públicas hasta ahora. A partir de la toma de forma del derecho privado, se ponen bajo las cuentas de las empresas. Se ofrecen servicios en un mercado o en un modelo de empresa pública-privada y se hacen dependientes del poder adquisitivo.
Pero esto no termina ahí. El capital fue capaz de generar benefi cios satisfaciendo necesidades vitales básicas como la vivienda y la movilidad espacial. También se podría afi rmar: El capital implementa ahora a nivel social general lo que el capitalista hizo con el sistema de Truck criticado por Marx (pagar a los trabajadores en especie) y hoy en día continúa implementando en algunos lugares (MEW 23, 493, 696). En el sistema Truck, el obrero tenía que vivir en las residencias alquiladas por el empleador y comprar los alimentos que vendía, y esto continúa hoy en día, por lo que era completamente dependiente2 El empresario incluso saca del bolsillo de obrero la parte restante del valor creado por ellos como salario.
Pero, desde el punto de vista histórico no debemos distinguir entre las dos siguientes formas de desposeimiento: el saqueo de la sociedad precapitalista con expropiación de la tierra, el agua, los bosques, en defi nitiva, en el contexto de la riqueza natural e incluyendo los conocimientos tradicionales, y b.) la privatización de las instituciones y servicios públicos en las sociedades capitalistas avanzadas. En primer caso, la cuestión es apoderarse de los elementos constitutivos de los procesos de evaluación capitalista, es decir, la „acumulación primitiva“. En segundo caso, la cuestión es anular lo que es el resultado de las guerras de reparto social de la plusvalía.
Para David Harvey, „la estrategia de desposesión sigue siendo un elemento fundamental del mundo capitalista“ (2015, 80; ver. 2007, 90). Este punto de vista coincide con el de Rosa Luxemburg, que creía que la acumulación capitalista, basada en la coerción, ya sea económica o no económica, necesitaba una desposesión ininterrumpida. Harvey utiliza el concepto de „acumulación por desposeimiento“ a diferencia del concepto histórico de „acumulación primitiva“. Esto puede realizarse usando el uso de la fuerza militar, como en algunos países del Sur Global. Hoy en día, se utilizan estrategias que incluyen las directivas corporativas del mercado financiero o las instituciones supranacionales o el poder del mercado directamente. Harvey considera que los programas de ajuste estructural del Fondo Monetario Internacional son un paso para „imponer la acumulación a través del desposeimiento en diferentes esferas y sociedades“ (2007, 92).
rísticos del modo de producción capitalista. Para empezar, impone la racionalidad de la producción a gran escala, la concentración y la centralización, lo que a su vez supone el coste de la existencia económica del pequeño productor, el artesano y el campesino si no consiguen sobrevivir como empresas subindustriales. En segundo lugar, el requerimiento de materia prima y energía de las minas, represas, etc. Su construcción conlleva forzosamente la destrucción de los hábitats de las comunidades, a menudo hasta su expulsión. La externalización del coste ecológico crea la misma situación. El desposeimiento de toda la sociedad se produce con las medidas públicas de rescate preparadas para las empresas que se declaran „vitales para el sistema“. Para Karl Georg Zinn, los paquetes de rescate significan „la privatización de facto de las finanzas públicas“ (2015, 64).3 [Asimismo, esta privatización indirecta se ha convertido en un nuevo modelo de revalorización del capital: la privatización de las infraestructuras y de los servicios públicos. En el caso de los asentamientos del valle de Hasankeyf, la expropiación es evidente y brutal, pero no tan general.
* Este artículo se publicó por primera vez en el número 28 de PoliTeknik: http://politeknik.de/p11936/
Fuentes:
Foster, John B./ Clark, Brett (2020): The Robbery of Nature: Capitalism and the Ecological Rift. New York.
Harvey, David (2015): Siebzehn Widersprüche und das Ende des Kapitalismus. Berlin. Piketty, Thomas (2020): Ökonomie der Ungleichheit. Eine Einführung. 3. Aufl . München.
Whitfi eld, Dexter (2020): Public Alternative to the Privatisation of Life. Nottingham.
Zinn, Karl Georg (2015): Vom Kapitalismus ohne Wachstum zur Marktwirtschaft ohne Kapitalismus. Hamburg.
- Se expulsó una población que llegó a ser de 10.000 personas. La administración reubicó a 2.000 de ellos en otras regiones.
- Un ejemplo actual es la situación expuesta y escandalizada de la industria cárnica durante la crisis de Corona.
- Durante la crisis fi nanciera de 2008/09, se gastaron 1,6 billones de euros en bancos "críticos para el sistema" en