/LA ODISEA DE LA GUERRA – Luisa Chang Alva/Jamyr de la Rosa Ynfantes

LA ODISEA DE LA GUERRA – Luisa Chang Alva/Jamyr de la Rosa Ynfantes

Luisa Chang Alva – Estudiante de Perú – PoliTeknik Español
Jamyr de la Rosa Ynfantes – Estudiante de la Universidad de Barcelona – PoliTeknik Español

Ante la detonación de un evento importante para la humanidad, que lamentablemente ha desembocado en una guerra la cual, hasta el momento de redacción de este artículo ya se ha cobrado la vida de un gran número de civiles, somos conscientes de que, además de distintos intereses políticos, económicos y geográficos, no se suele dar importancia a las consecuencias a largo plazo, o por lo menos a una de ellas, la cual es la educación en tiempos de guerra y después de la misma.

En el punto cumbre de la escalada militar en Europa y con un futuro difuso para el mundo entero es que surge la pregunta: ¿Qué será del futuro?

Como se ha mencionado, se tiene presente en este tipo de situaciones el plano económico, comercial y el poderío político que ejercerán los implicados en un futuro próximo, incluso se habla de una posible reconfiguración del mapa territorial del este europeo, sin embargo, hasta el momento, poco se habla de los impactos de guerra en el sistema educativo ucraniano, que podrá causar que miles de niños de las zonas disputadas engrosen la escandalosa cifra de 28 millones de niños no escolarizados que se estimaba que existían en las regiones en conflicto en el año 2017 (UNESCO, 2017) y que, además son víctimas de abusos en su día a día.

¿Cuáles serán las cifras cuando el conflicto acabe, con refugiados en distintos países y con las consecuencias psicológicas de este? Además, ¿cómo afectará el conflicto a la educación en estos países y en el mundo?

Basta con dar una mirada a las disputas aún activas durante el año 2021, las cuales datan de una fecha de inicio de ya hace varios años y de las cuales no se vislumbra un fin próximo.

Lamentablemente a lo largo de la historia hemos tenido varios ejemplos de cómo es que afectan estos conflictos a la educación de un país, y hasta el modo de cómo otros países perciben a sus ciudadanos, un claro ejemplo de esto son las consecuencias en Yemen, donde la educación se ve afectada hasta el punto donde se puede moldear la ideología de los niños hacia objetivos de grupos determinados de personas gracias a la falta de docentes y la desaparición de los centros educativos, lo que condiciona y aumenta las probabilidades de ser reclutados para la guerra o, en contraparte, el aprovechamiento de grupos con una ideología extremista, los cuales buscan aumentar sus filas con la ventaja de la ignorancia de los niños, lo cual es altamente dañino para la sociedad. Sin educación, o en este caso, una mal ejercida, será perjudicial para el futuro. Yahya Al Yanaie (2019) nos habla sobre esta situación desde una primera perspectiva y comenta acerca de esta: “[…] la falta de educación, la desesperación y el abatimiento son el caldo de cultivo ideal para fomentar el extremismo entre los niños […] Esta generación de niños desplazados con fusiles en la mano será la tragedia de Yemen en el futuro.”

En el contexto actual, donde la muerte se percibe como algo cotidiano, donde el pensamiento adulto tiende a volcarse hacia la supervivencia y la infancia se encuentra desamparada, no es de extrañar que el primer pensamiento sea la defensa de la vida antes que la preocupación hacia el futuro y las consecuencias de las acciones bélicas; pero no podemos defender la vida cuando al acabar el conflicto esta no tendrá posibilidades para seguir adelante y vivir dignamente.

Las consecuencias más predecibles dentro de este ámbito son los ataques a centros educativos, los cuales pueden llegar a convertirse en bases militares o refugios, la masacre de docentes o voluntarios en pro de la educación que toman una posición de lucha a través de los conocimientos e incluso la politización de la educación que, a la larga, tiene un alto coste de cohesión social, aumentando las brechas que pudieron haber existido en tiempos de paz.

A posteriori, es indispensable aunar los traumas post guerra que acarreará la sociedad ucraniana, los cuales se acrecientan al ser la población civil quienes acuden a engrosar las filas de un ejército incapaz de hacerle frente a una potencia militar.

Pero, ante toda esta problemática, ante niños y niñas víctimas de la guerra, los cuales están refugiados y con posibles traumas, ¿que se debería hacer?. La prioridad en toda nación son los niños, los cuales necesitan diversas herramientas para poder seguir adelante, con la globalización actual, la educación es una de esas herramientas.

Se debe ser consciente de las diferentes problemáticas que acarrearía el hecho de integrar niños a sociedades donde aspectos como la melancolía haría que estos sean vistos como personas que deben ser protegidas de todo, cuando en realidad, el objetivo debería ser integrarlos a la sociedad como uno más. Ante esto, la contrariedad de la solución es irónica, ya que para poder cambiar este tipo de reacciones sociales, es necesario visibilizar y enseñar a estas mismas que las víctimas de guerra necesitan ser integradas, y para ello no deben ser protegidas el cien por ciento, sino dejarles avanzar; y por supuesto, evitar la creación de ideologías nacidas del resentimiento que crea una guerra.

Se debe tener claro que la educación no puede posponerse indefinidamente, ya que es el arma que tienen las nuevas generaciones para reconstruirse como nación, como personas, dejar de lado las guerras, y, sobre todo, progresar como sociedad.

Para lograr este objetivo, debemos desarrollar por completo el respeto hacia los derechos humanos, y dejar de lado las ideologías extremistas que perjudican al mundo. Al fin y al cabo, nunca hay ganadores en la guerra, mucho menos cuando la victoria es gracias a la muerte de víctimas inocentes.

Las guerras son una muestra de la falta de educación aún existente en nuestra sociedad, ya que el objetivo de esta es promulgar la paz. Por ello el Artículo 26 de la Declaración de los Derechos Humanos es de vital importancia para la educación, ya que esta busca alcanzar la paz por medio del respeto de todas las personas, sin importar su nación.

La educación es un derecho el cual ha sido altamente invisibilizado en los distintos conflictos que han ocurrido a lo largo de los tiempos, y, ya que se ha podido observar que en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania está ocurriendo lo mismo, es necesario concientizar acerca de las consecuencias negativas que acarrea el seguir ignorando este problema. Aún nos falta mucho que aprender como sociedad, y es necesario tener claro que la educación aún sigue siendo un derecho humano que no hemos sabido cumplir, y que esté, realizado adecuadamente, puede conseguir evitar que vuelvan a ocurrir estos conflictos y, por otra parte, este también es un factor importante para la reconstrucción de la sociedad.

Al, Y. (2019, 21 noviembre). El derecho a la educación en tiempos de guerra: los niños perdidos de Yemen y la lucha por salvarlos. Internacional de la Educación. Recuperado
28 de febrero de 2022, de https://www.ei-ie.org/es/ item/23147:crc30-el-derecho-a-la-educacion-en-tiempos-de-guerra-los-ninos-perdidos-de-yemen-y-la-lucha-por-salvarlos-por-yahya-al-yanaie

Carbonell, J. (2018, 18 abril). La educación es política. Pedagogías del siglo XXI. Recuperado 27 de febrero de 2022, de https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/
2018/04/18/la-educacion-es-politica/