Prof. Sanjoy Roy
Departamento de Trabajo Social, Universidad de Delhi – INDIA
Source-picture: The Right to Resist 1, Created with AI
La evolución de la sociedad humana se ha forjado mediante la cooperación y los equilibrios sociales, y esto ha posibilitado que los individuos encuentren su lugar incluso en medio de la diversidad ideológica. No se trata únicamente de las semejanzas entre las personas lo que ha contribuido al desarrollo de la sociedad, sino que la «resistencia» también ha jugado un papel crucial desde la existencia de la humanidad. Dicha resistencia ha sido importante para nutrir y hacer avanzar a la sociedad en su conjunto.
El derecho a resistir se considera un derecho humano fundamental y está reconocido en la Declaración Francesa y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), etc. Asimismo, se considera la base de otros derechos colectivos, como la autodeterminación y la libertad frente al genocidio. En ciencias políticas, el derecho a resistir es el derecho a desafiar la autoridad de un gobierno o de una ocupación extranjera mediante acciones distintas de las permitidas por la constitución del Estado. También se denomina derecho de autoconservación o autodefensa. A este respecto, el argumento de John Locke de que los ciudadanos pueden derrocar a su gobierno si éste viola el contrato social es uno de los argumentos más destacados a favor del derecho a resistir. El derecho a resistir puede adoptar la forma de desobediencia civil o resistencia armada. Es aplicable contra gobiernos tiránicos u ocupaciones extranjeras, pero se discute si es aplicable a gobiernos no tiránicos. En términos legales, el derecho a resistir hace referencia al derecho a emprender acciones para lograr un cambio social, político o económico. Se puede ejercer de forma individual o colectiva, y puede ir desde la desobediencia civil hasta la resistencia violenta. El derecho a resistir se suele enmarcar como un derecho contra el Estado, y puede utilizarse para validar la rebelión. Se puede ejercer también contra agentes no estatales, como organizaciones internacionales, si amenazan los derechos humanos de cualquier individuo, grupo o Estado. El derecho a resistir se supedita a que sea necesario que sea proporcional para lograr un objetivo compatible con el derecho internacional de los derechos humanos y no puede justificar la vulneración de los derechos de otras personas.
Por lo tanto, en ocasiones el derecho a resistir es un concepto polémico y discutible, con definiciones y alcance variables. Algunos afirman que es un derecho humano fundamental que justifica las rebeliones, el acceso a la justicia y la defensa frente a la violencia ilegítima; otros argumentan que sólo se justifica frente a la opresión, que se define como dominación injusta, daño y discriminación.
El derecho a resistir también se puede ejercer de las siguientes formas en distintos países:
• Defensa propia: El derecho común a resistirse a una detención ilegal
• Derecho a portar armas: En EE.UU., el derecho a portar armas es una forma de resistencia
• Desobediencia civil: Henry David Thoreau reivindicó el derecho a resistir en la desobediencia civil
• Elecciones: El derecho a resistir se institucionaliza en las elecciones periódicas
• Oposición política: El derecho a resistir se institucionaliza en una oposición política leal.
Si están amenazados el medio ambiente y los derechos humanos, las personas tienen derecho a expresar de forma segura su descontento mediante la protesta. El derecho a la libertad de opinión y de expresión es un derecho civil y político consolidado tanto en el derecho nacional como en el internacional, y es fundamental para el concepto de democracia y el respeto de la dignidad humana. El artículo 19 de la DUDH establece que:
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión,”
Incluso en „arena internacional“ vemos que el derecho a resistir en el derecho internacional está relacionado con el principio de autodeterminación. Por lo general, se admite que el derecho a la autodeterminación existe en situaciones en las que a un segmento de la población se le niega la participación política debido a la ocupación extranjera, la dominación colonial o los regímenes racistas.
A continuación se exponen algunas consideraciones sobre el derecho de resistencia en el derecho internacional:
• La resistencia es un derecho legítimo en todas sus formas.
• Las armas utilizadas en la resistencia son legalmente legítimas y no pueden ser retiradas.
• La resistencia es una respuesta moral, legítima y civilizada a la ocupación.
• La resistencia es el método científico para expulsar a los restos de la ocupación.
• La resistencia reclama la tierra, la propiedad, la riqueza y los derechos usurpados a sus legítimos propietarios.
El derecho internacional humanitario reconoce la resistencia armada contra una potencia ocupante, aunque la lleven a cabo civiles. No obstante, no establece un „derecho“ a participar en la resistencia armada.
El derecho a resistir está reconocido en muchos documentos, entre ellos:
• La Declaración de Derechos de 1689
• La Declaración de los Derechos Humanos de la Revolución Francesa
• La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH)
• El Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH)
• Cláusula 61 de Magna Carta 1215
• La Declaración de Independencia de Estados Unidos
Por tanto, resistir/resistencia es un aspecto vital de las interacciones humanas, que moldea el curso de la sociedad. El derecho a resistir tiene una rica historia, vinculada a la aparición de diversas religiones en todo el mundo. A lo largo de la historia, los pueblos han establecido principios básicos para gobernar la sociedad, y algunos se han resistido a estas normas, ofreciendo ideas alternativas que acabaron evolucionando hasta convertirse en diferentes religiones. El Buda, por ejemplo, fue una figura fundamental en la historia de la humanidad que desafió las injusticias sociales que prevalecían en la sociedad india, perpetuadas por diversos grupos que operaban sobre los principios de la desigualdad y la discriminación. Ha propuesto un camino de igualdad, justicia y libertad.
En el mundo Occidental, la filosofía de la resistencia fue abanderada por notables teóricos como John Locke, Thomas Hobbes y Jean-Jacques Rousseau, que introdujeron los conceptos de derechos naturales y justicia para todos los individuos de la sociedad.
Existen muchas teorías en el mundo que abordan exclusivamente el derecho a resistir y su funcionamiento. Son las siguientes:
• Contractualismo: John Locke considera el derecho de la ciudadanía a derrocar su gobierno si éste viola el contrato social.
• Autodeterminación: El derecho a resistir guarda una estrecha relación con la autodeterminación, que se reconoce en situaciones de ocupación extranjera, dominación colonial o regímenes racistas.
• Neokantismo: El derecho a resistir es una manifestación neokantiana de la autonomía y una máxima universal según la cual a las amenazas injustificadas contra la soberanía de otro se debe responder con la fuerza.
• Derecho a Resistir contra la Injusticia Global: Este derecho puede ser comprendido como el derecho a tomar medidas directas para garantizar los derechos, o para transformar las estructuras sociales, económicas y políticas que perpetúan la injusticia.
• Teoría de la resistencia católica: En Francia, la teoría de la resistencia Católica se desarrolló a través de la controversia y la alineación política
• Resistencia hobbesiana: La teoría de Hobbes según la cual la interpretación de la ley natural por parte del soberano es la única interpretación autorizada en la sociedad civil.
Si nos fijamos en la historia de la India, varios poetas actuaron como activistas, utilizando sus escritos para resistirse a los males sociales. Figuras como Sant Ravidas, Sant Kabir Das, Sant Tukaram y Chokhamela se manifestaron contra problemas como el sistema de castas, la desigualdad de género y el acceso a la educación. Este movimiento fue impulsado más tarde por Periyar en el sur de la India y la pareja Phule en el centro del país, que siguieron desafiando las desigualdades sociales. Crearon la primera escuela para niñas del país. Construyeron centros de maternidad para las mujeresque sufrían maternidades no deseadas. Raja Ram Mohan Roy fue el precursor de la destrucción de la antigua lacra social del „sati“ en la India. Dayanand Saraswati resistió contra el mal social del „Matrimonio Infantil“ y lo convirtió legalmente en un delito punible en el estado de derecho.
En la India anterior a la independencia, Mahatma Gandhi introdujo los conceptos de desobediencia civil y satyagraha para resistir al dominio británico. En la misma época, el Dr. B. R. Ambedkar luchó tanto contra el colonialismo británico como contra la discriminación practicada por los hindúes de las castas superiores, oponiéndose al sistema de castas de la India. La mayor parte de ellos emplearon los siguientes métodos de resistencia no violenta para alzar su voz contra el gobierno y las malas prácticas de la sociedad:
1) Desobediencia Civil
2) Actos de desobediencia civil
3) Las diversas tácticas de Satyagraha
a) No cooperación
b) Huelgas
c) Boicot
d) Piquetes no violentos
e) Ayuno
f) Resistencia a las detenciones
g) Protestas, Manifestaciones y Peticiones públicas
La escuela de pensamiento de Gandhi se basa fundamentalmente en el principio de la resistencia no violenta. Mahatma Gandhi consideraba que los gobernantes coloniales británicos de la India trabajaban activamente para dividir a la población según criterios de identidad, como la religión y la casta, para servir a sus propios intereses. Mediante la promoción de tales divisiones, los británicos pretendían mantener el control sobre el país, impidiendo un frente unificado contra su dominio.
Gandhi criticó en particular las prácticas como la fragmentación electoral y el doble derecho de voto para las comunidades marginadas. Argumentaba que estas estrategias no sólo eran injustas, sino que estaban diseñadas deliberadamente para fragmentar la sociedad india. Al promover las divisiones entre los distintos grupos, los británicos disminuían el potencial de resistencia colectiva y unidad nacional. Gandhi señaló que tales tácticas podían provocar el caos y más conflictos sociales, ya que enfrentaban a las comunidades entre sí en lugar de fomentar la cooperación y la solidaridad.
En respuesta a estos desafíos, Gandhi abogó por un enfoque no violento de la resistencia, que consideraba ético y eficaz. Alentó a individuos y grupos a participar en protestas pacíficas, desobediencia civil y otras formas de acción no violenta para desafiar leyes y prácticas injustas. Este planteamiento se fundamentaba en su profundo compromiso con la verdad (Satyagraha) y en la creencia de que la fuerza moral podía, en última instancia, vencer a la opresión.
El método de resistencia no violenta de Gandhi no consistía en la confrontación inmediata, sino en el cambio gradual. Era consciente de que la transformación social lleva tiempo y requiere la participación activa de las masas. Mediante el fomento del diálogo, la comprensión y la empatía entre las distintas comunidades, pretendía crear una sociedad más integradora y equitativa. El enfoque de Gandhi hacía énfasis en la importancia de abordar los problemas sociales subyacentes, como la pobreza, la desigualdad y la injusticia, a través de la acción colectiva y el autosacrificio.
Mientras que algunos críticos han descrito el método de Gandhi como lento y cauteloso, muchos reconocen su eficacia a la hora de movilizar a grandes segmentos de la población. La capacidad de Gandhi para inspirar y movilizar a personas de diversos orígenes fue decisiva para el movimiento independentista indio. Su énfasis en la no violencia atrajo a un amplio abanico de partidarios, incluidos aquellos que no se habrían comprometido con formas más agresivas de resistencia. Gandhi recurrió a la conciencia moral tanto de los opresores como de los oprimidos para crear una visión común de la libertad y la justicia.
Por otra parte, el enfoque de Gandhi también abogaba por la autosuficiencia y la capacitación de las comunidades. Gandhi consideraba que los individuos debían asumir la responsabilidad de sus propias vidas y participar activamente en la transformación de la sociedad. Esto incluyó la promoción de las industrias locales, la educación y la reforma social para elevar a los grupos marginados y crear una sociedad más igualitaria.
La escuela de pensamiento gandhiana ofrece un marco convincente para entender la resistencia frente a la opresión. Gandhi hizo hincapié en la no violencia y en la importancia de la cohesión social para contrarrestar las tácticas divisorias de los gobernantes coloniales. Su planteamiento sigue siendo relevante hoy en día, ya que sirve para recordar que un cambio significativo a menudo requiere paciencia, convicción moral y el esfuerzo colectivo de las personas que trabajan juntas por una causa común. Gandhi, por medio de la resistencia no violenta, no sólo pretendía desafiar el dominio colonial, sino también construir una sociedad más justa y armoniosa para todos.
Dr. B.R. Ambedkar sostuvo una perspectiva que contrastaba fuertemente con la de Mahatma Gandhi. Criticó a Gandhi por engañar al pueblo de la India vistiendo prendas tradicionales, como el dhoti, mientras se anglicizaba lo suficiente como para beneficiarse del dominio británico. Ambedkar sostenía que Gandhi se había aprovechado de la presencia británica en la India mientras abogaba por la independencia. En su opinión, Gandhi era un firme defensor del sistema de castas hindú, que quería que los británicos abandonaran el país pero pretendía que el sistema de castas permaneciera intacto.
Ambedkar sostenía que Gandhi no comprendía el impacto destructivo del sistema de castas, que había arruinado millones de vidas en los últimos mil años. Al subrayar la preservación de las castas, Gandhi parecía abogar por el dominio de las castas superiores sobre las inferiores tras la marcha de los británicos. En opinión de Ambedkar, el planteamiento de Gandhi no conduciría a una auténtica liberación para todos los indios, en particular los de las comunidades marginadas.
A diferencia de la visión reformista de Gandhi, Ambedkar defendía una transformación completa de la sociedad. Pretendía un orden social que promoviera la movilidad y la interacción entre los diversos grupos, fomentando un sentido de endosmosis, un intercambio y una integración entre los distintos sectores de la sociedad. Para Ambedkar, la auténtica independencia significaría desmantelar las opresivas estructuras de casta que durante tanto tiempo habían confinado y degradado la vida de millones de personas.
Ambedkar también cuestionó las implicaciones de la independencia. Era consciente de que si los británicos se marchaban, los que habían sido subyugados por el dominio colonial obtendrían la libertad. Sin embargo, planteó una preocupación crítica: ¿qué pasaría con las personas que habían sido esclavizadas por los anteriormente oprimidos? ¿Lograrían liberarse del tortuoso sistema de castas que había empañado su existencia durante generaciones? Esta cuestión era esencial para la visión que Ambedkar tenía de la justicia social, ya que creía que la lucha contra el colonialismo no debía eclipsar la lucha contra la opresión de las castas.
La crítica de Ambedkar a Gandhi ponía de manifiesto un desacuerdo fundamental sobre la naturaleza de la libertad y la igualdad en la sociedad india. Mientras Gandhi pretendía unir al país mediante la resistencia no violenta y la persuasión moral, Ambedkar hacía hincapié en la necesidad de abordar las desigualdades sistémicas que afectaban a la vida de millones de personas. Creía que cualquier movimiento por la independencia debía incluir también el compromiso de desmantelar el sistema de castas, que consideraba un obstáculo importante para la verdadera justicia social.
La perspectiva de Ambedkar se basaba en la necesidad de un replanteamiento radical de la sociedad india. Buscaba un futuro en el que todos los individuos pudieran disfrutar de igualdad y libertad, libres de las limitaciones de las castas. Tenía una visión de transformación social más que de mera independencia política, y abogaba por una sociedad en la que pudieran florecer la movilidad y el respeto mutuo entre los distintos grupos. Con esta perspectiva, argumentaba que lograr una auténtica liberación significaba abordar las injusticias que habían persistido durante mucho tiempo en el tejido de la sociedad india.
Hindo Mahasabha hindú (que más tarde se convertiría en el RSS) y el Partido Comunista de la India desarrollaron sus propios métodos de resistencia durante la lucha por la libertad.
Hindu Mahasabha seguía una ideología conservadora, mientras que el Partido Comunista adoptaba un enfoque más liberal, inspirado en gran medida en las ideas occidentales. El Partido Comunista pretendía salvar la brecha intelectual entre los segmentos „conscientes“ e „inconscientes“ de la población.
El RSS tuvo un papel importante en el movimiento por la libertad, aportando a la causa numerosos luchadores por la libertad. A pesar de que sus métodos de resistencia diferían de los de otros grupos, su impacto en el movimiento fue sustancial. Hindu Mahasabha y el RSS se centraron en el nacionalismo cultural, subrayando la importancia de la identidad y la unidad hindúes en la lucha contra el dominio colonial.
En cambio, el Partido Comunista trató de abordar cuestiones de lucha de clases y justicia social, defendiendo los derechos de la clase trabajadora y las comunidades marginadas. Su énfasis en la acción colectiva y el cambio revolucionario caló en muchos, sobre todo en los estratos más bajos de la sociedad. A pesar de sus diferentes ideologías y métodos, ambas organizaciones hicieron importantes contribuciones a la lucha por la independencia de la India. Los diversos planteamientos que ambas representaban son un reflejo de la complejidad del movimiento por la libertad, que englobaba un amplio abanico de filosofías y estrategias encaminadas a alcanzar el objetivo común de liberarse del dominio colonial.
El movimiento independentista indio es un excelente ejemplo de la resistencia a la que se enfrentaron los británicos por parte de la población india. Miles de personas se unieron para expulsar a los británicos del país, manifestando su indignación contra la opresión cotidiana. La no violencia se convirtió en un arma crucial para quienes se alzaron valientemente contra la injusticia. El movimiento recurrió a métodos pacíficos en lugar de al conflicto armado para lograr el cambio.
Hoy en día, las cosas son muy diferentes. La rapidez con que fluye la información por todo el planeta ha dinamizado todos los fenómenos, reflejando la rápida evolución del panorama social. Históricamente, los movimientos de resistencia se centraban principalmente en las personas y dependían de su presencia física para impulsar el cambio. No obstante, en el actual contexto nos enfrentamos a nuevos retos, como el autoritarismo, el racismo sistémico, el cambio climático y la desigualdad económica. Movimientos sociales como Black Lives Matter, Extinction Rebellion y la Primavera Árabe han surgido como diversas formas de resistencia destinadas a hacer frente a estas injusticias constantes.
En el subcontinente indio, continuamos luchando contra problemas que tienen raíces históricas pero que siguen prevaleciendo en todo el país. La discriminación basada en la casta es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos, junto con una notable presencia del racismo. A pesar de que la Constitución india establece salvaguardias para todos los ciudadanos, garantizando la igualdad y las oportunidades al tiempo que prohíbe la discriminación, estos principios no siempre se cumplen plenamente. La Constitución confiere a las personas el derecho a la libertad de expresión, de circulación, de reunión y la capacidad de imprimir y publicar, pero muchos siguen encontrando obstáculos para ejercer estos derechos.
En la época contemporánea han surgido nuevos argumentos y plataformas para hacer frente a las necesidades actuales. Por ejemplo, las redes sociales se han convertido en una herramienta vital para expresar la resistencia contra diversos problemas sociales. Movimientos como los desencadenados por el caso de violación de Nirbhaya, el asesinato de Aarushi, las campañas contra la corrupción, las protestas de los agricultores, las protestas del CAA y el Movimiento de 13 Point Roaster son ejemplos significativos de resistencia social contra las acciones del Estado. Por otra parte, movimientos sociales como la campaña #MeToo han cobrado fuerza, lo que ilustra aún más el compromiso de la sociedad en la defensa del cambio.
Las estructuras jurídicas han desempeñado un papel importante en el avance del concepto de resistencia. El proceso de Litigios de Interés Público (LIP) ha sido utilizado por numerosas personas en busca de justicia dentro del marco legal cuando sus voces no han sido escuchadas por otras instituciones. Mediante el activismo judicial, el poder judicial ha dictado numerosas sentencias históricas a favor de los ciudadanos de a pie, contrarrestando eficazmente las intervenciones estatales y defendiendo los derechos de la gente corriente.
La resistencia adquiere diversos significados a lo largo del tiempo y en diferentes contextos. Personas de distintas perspectivas han expresado sus opiniones sobre diversos fenómenos sociales que han ido evolucionando a lo largo de los años. Se han opuesto a los males sociales perpetuados por las clases dirigentes, que construyeron estas injusticias para proteger sus privilegios sociales y políticos derivados de sus posiciones en la sociedad.
El derecho a resistir no se considera a menudo un derecho natural fundamental, aunque se deriva de nuestra conexión inherente con la naturaleza. Resistirse a las normas sociales puede conducir a un cambio positivo, logrando que la sociedad esté más centrada en las personas. A lo largo de la historia, la resistencia ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo y la mejora de la sociedad. Ya sea examinando el futuro de la sociedad india o en un contexto global, está claro que el derecho a resistir será vital para mantener una sociedad sana.
El derecho a resistir se basa en la idea de que las instituciones constitucionales. Otros ejemplos del „derecho a resistir“ en India:
• Movimiento Farazi: Entre 1838 y 1848, Shariatullah Khan y Dadu Mian dirigieron una campaña en contra de los impuestos del gobierno británico.
• Movimiento Chipko: En 1973, la gente, especialmente las mujeres, protestó contra la deforestación abrazándose a los árboles.
• Narmada Bachao Andolan: En 1985, la gente protestó contra la construcción de presas a lo largo del río Narmada.
• Lokpal (Jan Lokpal) Bill: Ley Lokpal (Jan Lokpal): En 2011, la gente se unió a Anna Hazare, un activista contra la corrupción, que inició una huelga de hambre en Jantar Mantar.
• Movimiento Nirbhaya: En 2012, la gente protestó por la violación en grupo de Delhi y se promulgó una nueva legislación.
• Protesta de Agricultores: En 2020, los agricultores protestaron durante un año contra las tres leyes agrarias. El gobierno retiró las leyes y formó un comité para revisar el MSP.
• Caso del Hospital R.G.Kar: en septiembre de 2024, la violación en grupo de una doctora en el Hospital R. G. Kar en Calcuta, Bengala Occidental, mostró la resistencia de forma no violenta durante más de un mes por parte de jóvenes médicos contra la brutal violación en grupo.
Se pueden encontrar muchos más incidentes en diferentes países también para mostrar su resistencia contra la desigualdad, la violación de los derechos humanos, contra la autoestima y la dignidad, etc. El derecho a resistir es una técnica y un medio de gran utilidad para alzar la voz contra el sistema, contra el gobierno o contra las malas prácticas de cualquier autoridad con el fin de obtener justicia y derechos humanos.