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UN ESTUDIANTE-I

UNIVERSIDAD DE YILDIRIM BEYAZIT

Los años de gobierno de los partidos AKP-MHP y el aumento de las políticas islamistas y fascistas han llevado a Turquía a su situación actual. El proceso que empezó con el arresto de Selahattin Demirtaş el 4 de noviembre de 2016, siguió con el arresto del presidente del Partido Zafer, Ümit Özdağ, y más recientemente con el del candidato presidencial del CHP, Ekrem İmamoğlu.

El 19 de marzo de 2025, tras la detención de Ekrem İmamoğlu, se desencadenaron las primeras protestas a escala nacional cuando los estudiantes de la Universidad de Estambul rompieron la barricada. Los estudiantes de la Universidad de Estambul rompieron la barricada ese día y marcaron el rumbo tanto para el movimiento estudiantil-juvenil como para la oposición del país y el resto del pueblo. Este movimiento iniciado por los universitarios se extendió por todo el país y continuó durante días. Los jóvenes, que se encuentran endeudados, en situación precaria y cuyo futuro les ha sido arrebatado, se sienten orgullosos de resistir contra esta orden y de ser el sujeto de la lucha. Ya desde el primer día de la detención de Imamoğlu, la principal oposición hizo llamamientos en distintos puntos del país. La gente se echó a la calle ante estos llamamientos. La razón por la que la gente se echó a la calle no fue sólo la oposición al gobierno. Entre las personas que llenaron las plazas se encontraban trabajadores que querían cobrar sueldos justos por su trabajo, mujeres y personas LGTB+ que querían vivir en igualdad y libertad, que no querían ser asesinados, kurdos y alevíes, víctimas del régimen político islamofascista, y otros grupos minoritarios que tomaron las plazas para reclamar sus derechos.

La resistencia en Ankara surgió el segundo día de la detención de İmamoğlu, cuando los estudiantes de la ODTU quisieron marchar del campus a Güvenpark, pero la policía les impidió salir del campus con varias intervenciones. El 20 de marzo de 2025, se organizaron protestas en varias universidades de Ankara, especialmente en Universidad de ODTU, Universidad de Hacettepe y Universidad de Ankara, y durante estas protestas, nuestros compañeros fueron sometidos a un trato inhumano por parte de la policía. A día de hoy, algunos de nosotros todavía tenemos rastros de palos y balas de goma en el cuerpo. Cosas como el gas pimienta, el gas naranja, etc., que se utilizaron como armas químicas, están impregnadas en nuestra ropa. Nuestros amigos que fueron sometidos a registros al desnudo o torturados por resistirse a los registros al desnudo en el proceso tras ser detenidos sufren algunos trastornos psicológicos.

Sin embargo, los estudiantes no se dejaron intimidar por estas presiones y torturas, sino que, por el contrario, se movilizaron. En este proceso, los comités de acción-boicot existentes o recién creados en las universidades orientaron el movimiento estudiantil. Los alumnos se opusieron a la transformación de los campus en negocios, de los estudiantes en clientes, a la alimentación inadecuada y de pago, al sistema educativo dogmático y antidemocrático y, a pesar de todas estas presiones, fueron capaces de decir educación libre, científica y democrática. Los rectores fiduciarios y la administración universitaria intentaron ahuyentar a estos estudiantes del movimiento juvenil por diversos métodos.

Durante este proceso, nuestros compañeros de clase fueron expulsados de sus dormitorios. La administración de la universidad les sometió a investigaciones injustificadas e infundadas. Algunos de nuestros amigos fueron detenidos. Hemos conseguido la liberación de muchos de nuestros amigos detenidos, y conseguiremos la liberación de otros.  Nuestra universidad, Universidad de Yildirim Beyazit, también ha dado algunos pasos para involucrarse en este proceso. En nuestra universidad, que ya es una nueva universidad y donde la presión de Akp se siente con especial intensidad, estos temas son un tabú que no se puede discutir ni siquiera en un grupo de amigos, pero hoy podemos celebrar foros en nuestros campus. Pretendemos crear comités de acción y boicot y ampliar la red de solidaridad en nuestra escuela. Los rectores y el gobierno hicieron todo lo posible por distraernos de la lucha, pero fue en vano. En contra de lo que pretendían, nos comprometimos aún más con la lucha. La semilla plantada en los años 60 se ha convertido hoy en un enorme árbol que reúne a la gente a su sombra.