/Las organizaciones laborales de mujeres obreras del Distrito minero de Chorolque (Municipio de Atocha, Departamento de Potosí) en la segunda mitad del siglo XX*

Las organizaciones laborales de mujeres obreras del Distrito minero de Chorolque (Municipio de Atocha, Departamento de Potosí) en la segunda mitad del siglo XX*

Germán Mendoza Aruquipa1
Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca – BOLIVIA

Póster oficial del documental.
Imagen: Facebook „Mujeres de la mina documental“

Resuman
En Bolivia, el rubro laboral minero adoptado por las mujeres, representa un fenómeno social emergente en los últimos años, donde se observan profundos cambios sociopolíticos, educativos y culturales. Detrás de estos cambios, se distinguen o salen a la luz, las significativas desigualdades entre varones y mujeres, en cuanto a los ingresos en el salario, la formación escolar, el ámbito laboral, la salud y la participación política de estas mujeres, en los ámbitos donde este sector social femenino participa. Es decir, en espacios públicos y privados en los cuales interviene como madre y trabajadora rural. En este sentido, en la Cooperativa minera de Chorolque, las diferencias laborales son evidentes, en las áreas marginales del campamento minero, tanto en los desmontes, los relaves, y las barrancas, espacios que reflejan de alto riesgo para estas mujeres obreras. Mostrando así, la realidad de la mujer minera como madres y como trabajadoras, que, pese a estas circunstancias, el esfuerzo que demuestran, han optado y continúan optando, en sacrificar sus metas personales, para proyectar otras desde su seno familiar.

Palabras clave: Mujeres mineras. ámbito laboral. educación. sindicalismo. Sociedades migrantes.

Introducción
Dentro la actual corriente teórica metodológica, los estudios sociales visibilizados bajo esta naturaleza de historias de vida, se centran desde una mirada multidisciplinar; la historia, la sociología, el derecho, la antropología, la lingüística, la economía, las ciencias de la educación y las disciplinas auxiliares de las Ciencias Sociales, como la estadística, permiten un mayor rango de observación de casos particulares.

Los paradigmas teóricos vigentes para estudiar a una sociedad laboral, indudablemente se concentran en una lógica de “sociedad abigarrada”, adaptada a múltiples condiciones de supervivencia. En este sentido, el método desde la tradición oral y la oralidad constituirán fuentes de información directa, para el tema de investigación propuesto en este artículo. En este caso, el aporte del historiador y lingüística Jan Vansina (1985), son actuales en cuanto a la búsqueda de fuentes de esta característica:

“Toda una clase de mensajes originales no se ocupan de las noticias en todo, pero con la expresión de la experiencia. Esto incluye reminiscencias personales, comentarios etiológicos sobre objetos existentes (iconografía), expresiones lingüísticas (etimología popular), tradiciones (glosas explicativas) y expresiones literarias de la experiencia. Representan una etapa en la elaboración de la conciencia histórica” (Vansina, 1985, p. 7-8).

La interpretación de la experiencia vivida, por un segmento de la población trabajadora, vista en su propio entorno social, es prueba latente de lo que se pretende observar y registrar para una mayor comprensión de los comportamientos culturales, propios de una región estudiada. Al respecto, la teoría de Amartya Sen (1999), refiere lo siguiente:

“(…) las mujeres desde siempre buscaron sus reivindicaciones en espacios laborales, en Instituciones donde desarrollaban su actividades de trabajo, las mujeres se constituyeron como agentes activos de cambios sociales” (Sen, 1999, pp. 222-225).

El centro minero de Chorolque es una zona minera perteneciente al Departamento de Potosí municipio de Atocha, es un territorio conformado por varias secciones mineras, las mismas que pertenecían a la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL). La sección de Chorolque, es una de las zonas que se ubica a una mayor altitud que el resto de las otras secciones como refiere la publicación del periódico Presencia “la mina Chorolque dependiente de la Corporación Minera Boliviana está situada a 4.900 metros sobre el nivel del mar” (Presencia, La Paz 13 de septiembre de 1978).

El presente artículo propone dar a conocer la importancia de la mujer minera, en los distintos espacios de organización laboral, teniendo en cuenta que el sistema de organización de las mujeres aún se encuentra limitado en su accionar, expresado en una medida de tiempo de larga data, en el distrito minero de Chorolque, donde se percibe que las mujeres tienen una limitada participación directa en el rubro laboral minero.

Antecedentes
Muchos movimientos femeninos surgieron desde fines del siglo XIX e inicios del siglo XX en América Latina. Entre estos, los casos de Brasil, la Argentina y Uruguay. En la primera mitad del siglo XX, este subcontinente sufrió un evidente proceso de liberación mental de parte de la mujer latinoamericana. El proceso de profesionalización de este sector social suscitado en esta época, tiene sus propias características, de acuerdo al país que fue experimentando estos fenómenos desde el considerado el “bello sexo” (Ansaldi, 2004).

“Junto al de Alemania, el brasileño fue considerado un caso ejemplar entre sus contemporáneos. El BGB innovó en materia de régimen de bienes en el matrimonio acompañando la figura unión de bienes, según la cual la mujer tenía más libertad para disponer de su propiedad o fortuna, aunque mantuvo la conducción de la vida conyugal a cargo del marido” (Ansaldi, 2004, p. 149).

Fueron en espacios donde hubo bastante discriminación racial y de género, donde se tuvo la participación activa de mujeres, muchas de ellas intelectuales. En el caso de la Argentina es mucho másilusorio, un fenómeno provocado por las oleadas migratorias de fines del siglo XIX al país austral. La participación femenina en espacios jurídicos se fue legitimando, otorgando sus propios roles sociales y económicos en contratos conyugales.

En este contexto, “según las diferentes formas que asumió la relación Estado-Sociedad y el sistema de partidos en cada uno de los países, se observa que: en Argentina hubo un sistema de partidos cuyo rasgo predominante fue el liderazgo carismático y el movimiento político; en Brasil se configuró un sistema en el que prevaleció la fuerza central del Estado” (Ansaldi, 2004, p. 149). El progreso y la visión de desarrollo de estos países, provocó un brusco cambio en las relaciones sociales, que implicaban al rol de la mujer en los espacios públicos.

No obstante, el proceso de emancipación femenina en América Latina forma parte de una tendencia mundial y es contemporánea a los avances y retrocesos del otro lado del océano. La interpretación que aquí se ofrece admite dos coyunturas. La primera (c.1870-1900) en la que la mujer ya había adquirido cierta visibilidad en la esfera pública, pero todavía no disputaba cuotas de poder para imponer demandas propias en el seno del Estado. En general, se trataba de hombres que pensaban a las mujeres o de mujeres que se pensaban a sí mismas a través de la escritura. En este sentido, estas no superan el status de objeto. La segunda (c.1900-1930), en la que las mujeres se organizaron en torno de determinados intereses y emprendieron acciones directamente orientadas a influir en las decisiones políticas (Ansaldi, 2004, p. 143). Estas dos fases de desarrollo en la emergencia de un pensamiento de libertad y autodeterminación propia, gestada por la mujer latinoamericana y una particular convicción hacia conseguir sus anhelos como individuo parte de una sociedad global, es parte del debate sociológico hoy en día.

(Amartya Sen, 1999, p 145), menciona sobre el Utilitarismo, que va evaluar el avance económico y la satisfacción de poder económico en las sociedades. Así mismo refiere, sobre libertades individuales en la cual el papel de la mujer, fue avanzando ya que sus voces están oyendo en distintos escenarios y se convierten en un apoyo para sus familias.

Sin embargo, el autor hace la diferencia está participación ya que en algunos países es normal la participación de la mujer sin desigualdad.

Si se hace referencia a la mujer minera en la época de la colonia y el siglo XIX, en la historiografía escrita sobre la participación de la mujer en los espacios de explotación minera no está escrito nada, o casi nada, sobre ese rol social y productivo. Los historiadores del periodo colonial temprano y tardío Bakewell (1989), Tandeter (2002), no visibilizan a ésta personaje de la historia, más que en los procesos de trajín y comercio colonial.

En el siglo XIX, los investigadores Mitre (1981) y Contreras (1989), aluden al trabajo minero de estas obreras, como “mano de obra barata”, en su rol tradicional como palliris, en un contexto productivo de la explotación de los minerales como la plata y el estaño. Desde principios del siglo XX, son visibilizadas en el contexto boliviano, en las fotografías que trabajan los ingenieros de las minas de Caracoles, Chorolque, Chocaya, Huanchaca y Pulacayo.

El avance en los espacios públicos y laborales donde ha ido incursionando la mujer minera es incierto. Este ámbito laboral minero, es parte de un extenso proceso de luchas sociales, que experimentó este sector social a lo largo del tiempo. La mujer minera, de manera indirecta, participa dentro de las organizaciones mineras cooperativizadas, como socia u obrera minera, para corresponder de forma directa a las acciones que posee su cónyuge2, constituyéndose en el principal ingreso económico para el sustento de una unidad familiar.

En lo que respecta a los espacios laborales mineros, la mujer minera funge un papel laboral en exterior mina, cumpliendo roles económicos en torno a las bocaminas, y es desde estos espacios donde este sector social, esgrimen su voz de protesta, para validar su derecho laboral a pugnar en un espacio digno. En cuanto a los espacios políticos, si bien no ingresan a grandes escenarios, son las principales protagonistas de las luchas, en las huelgas de hambres, los paros indefinidos y luchas sociales, con el único fin de constituir, parte integrante de esta sociedad laboral.

Así mismo, este sector social, genera sus propias organizaciones de forma grupal, como es el caso del (sindicato de palliris3) sindicato de amas de casa mineras, como parte de apoyo al trabajo minero de este sector obrero (Chungara, 1978; Chambilla, 2016; Araníbar, 2017). En lo que respecta al Distrito minero de Chorolque, la mujer, entra en ese escenario de organización activa, por circunstancias eventuales y por necesidad económica, ya que las leyes del trabajo, no amparan a este sector social, en estos espacios de explotación minera. Sin embargo, este sujeto social de género femenino cumple distintos roles socioeconómicos, como obreras y madres de familia.

En torno a este proceso, se hace mención a un partido laboralista como fue el MNR, cuya organización, fue uno de los primeros partidos políticos en incorporar en sus filas, a las mujeres citadinas y rurales, en un espacio de participación ciudadana:El MNR es el primer partido político que incorpora orgánicamente a la mujer boliviana en sus filas: las mujeres ingresan a la política y hacen política a través del MNR. El MNR, un partido formado en lo básico en torno a la crítica de la oligarquía minera y terrateniente y por ende al sistema estatal vigente, tendiente a la destrucción del aparato ideológico del estado oligárquico. Pese a que el MNR contenía esta carga ideológica, su dirección era pequeño burguesa, portadora de la revolución burguesa. En efecto, todos sus documentos son brillantes convocatorias nacionalistas. La clase obrera militó en su seno casi en su totalidad en determinado momento, sin que fuera su propio partido. Es que el MNR no era el partido de una clase, sino la alianza de varias clases, bajo la hegemonía económica y política de la pequeña burguesía. El MNR fue un auténtico partido de masas y les dio a éstas su carácter – nacionalista y populista – y también recibió el impulso de ellas (Ardaya, 1983, p. 124).

Dentro la ideología del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), se propuso la inclusión de género en espacios políticos, constituyéndole como uno de los primeros partidos políticos, que incorporaron en sus filas a las mujeres bolivianas, para que se cumpla con su proposición de equidad e igualdad, en el mismo caso, Chambilla (2016), refiere que en las últimas décadas del siglo XXI, el incremento en cuanto la participación de la mujer minera en estos centros laborales, y en lo que respecta a las cooperativas mineras, creció notablemente, tanto en las actividades en interior mina, como en exterior mina. En este sentido, la participación orgánica de la mujer minera en las cooperativas, es sustancialmente limitada.

Sin embargo, aún no se aplica la “igualdad de derechos”, en lo que respecta a las diferencias en los tratos a las mujeres por parte de los varones; discriminación, segregación y manipulación, se constituyeron en factores internos (como la designación de una reducida fuerza física en las mujeres mineras), y factores externos (como el manejo de equipos y herramientas de parte de los varones mineros). Y más aún, cuando ellas por distintos factores cambian el trabajo de interior mina, por los desmontes o relaves, donde obtienen un total aprovechamiento y oportunidad en la explotación de los minerales, para generar este mundo de oportunidades a favor de este sector social femenino.

En ese sentido, en espacios productivos como el de la Cooperativa Minera Chorolque, la desigualdad entre varones y mujeres en las retribuciones por trabajo, no se produce por factores de explotación, tal como acontece en sociedades capitalistas, sino principalmenprincipalmente, por la segregación laboral y acaparamiento de oportunidades por parte de los varones.

Según Ardaya (2018), refiere la situación de la mujer minera en Chile, que, si bien es un tema histórico ya de bastantes años, la mujer si participó en estos escenarios, fue como ama de casa, ella fue la cabeza del hogar. Sin embargo, con el transcurrir de los años el panorama fue cambiando así como en Chile y Bolivia y otros países mineros, a pesar de que la mujer está en el sector minero como trabajadora, no siempre tienen el mismo respaldo que los varones, aun con el paso del tiempo, se identifica a la mujer con mucha desventaja frente a la labor de los varones en el sector minero.

Su labor es considerada como secundaria y que además su obligación es ayudar en las labores propias de la producción; o por su condición de hija o familiar del dueño de las instalaciones compensa con su trabajo su manutención en la casa, o bien porque su trabajo es pagado a precio vil. (…) La actividad de mujeres en las minas bolivianas se debe principalmente a temas económicos y de subsistencia, ellas son sin temor a equivocarnos, las más pobres de la región. Su actividad está ligada a la masiva proliferación de cooperativas mineras que surgen a partir de los años ochenta pero es donde en realidad se visibiliza mucho más la actividad que ellas ya realizaban desde tiempos pasados, sobre todo en el cerro Rico de Potosí (Aranibar, 2016, pp. 203- 207). Su actividad está ligada a la masiva proliferación de cooperativas mineras que surgen a partir de los años ochenta pero es donde en realidad se visibiliza mucho más la actividad que ellas ya realizaban desde tiempos pasados, sobre todo en el cerro Rico de Potosí (Aranibar, 2016, pp. 203- 207).

Como refiere Aranibar (2016), la mujer entra a estos espacios de trabajo minero, por la necesidad de sobrevivir y para mantener a su familia, ya que por circunstancias del destino su esposo ya no puede ayudarle y ellas se convierten en el pilar fundamental de su hogar. Bajo este panorama, es importante referirse a la salud de la mujer minera, ya que como bien se mencionaba las mujeres trabajan a la intemperie de la bocaminas como Palliris, están propensas de inhalar lo que es la copagira4 que se desprenden de los ingenios mineros, estos remanentes minerales, se constituyen en desechos infecciosos y malignos para el sistema respiratorio, convirtiéndose el denominado “mal de mina”5.

Un dato de lo que es el periódico Sumac Orko refiere que:

En mayo del año 1992, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y desarrollo donde estableció que la pobreza creciente, las malas condiciones de vivienda, el hacinamiento y la rápida expansión demográfica son factores que aceleran el deterioro de la salud de las personas como consecuencia de la contaminación ambiental. Razones por las cuales la OMS elabore estrategias que tiendan a frenar estos problemas:
1. Alcanzar una compatibilidad del crecimiento demográfico con la adopción de modos de vida con sostenibilidad ecológica.
2. Proporcionar un medio ambiente que fomente la salud

Lograr que todas las personas y organizaciones sean conscientes de su responsabilidad, respecto a la salud y su base ambiental (Sumaj Orko, Potosí 5 de marzo de 1997: 5).

Uno de los factores principales, para el mismo deterioro de la salud de las mujeres Palliris es la contaminación de los desechos que generan los minerales y como ellas trabajan a la intemperie, no cuentan con un instrumento ni material de trabajo que pueda protegerlas durante el desarrollo de su trabajo.

La realidad educativa de las
mujeres mineras en Chorolque
Hablar de educación de las mujeres mineras, en el Distrito minero de Chorolque, ubicado en la provincia de Sud Chichas, Municipio de Atocha, Departamento de Potosí. Para ello, es fundamental hacer énfasis en lo concerniente a su entorno laboral, plagado de distintas necesidades y perspectivas que cada una de ellas tienen. Para lo cual, se torna expectante, en su aplicación y desarrollo educacional que recibieron las mujeres mineras en la última centuria del siglo XX.

En el Distrito minero de Chorolque, con la finalidad de buscar la superación y alcanzar la profesionalización de las hijas de las mujeres mineras, se crearon becas para señoritas estudiantes. Como lo describe el siguiente extracto documental del año 1981:

“(…) para acceder a las becas ofrecidas a las hijas estudiantes de las mujeres mineras, deben apersonarse en la escuela de enfermería, para realizar la respectiva inscripción porque estarán durante todo el día, todos los jefes de los Distritos mineros Quechisla y Chorolque, los cuales evaluaran el interés de las beneficiarias, bajo los siguientes requisitos” (SIAH-COMIBOL 1981 fs.).

1. Ser hija de un trabajador actual en servicio de una de las Empresas Mineras del Distrito.
2. Ser soltera y tener entre 17 a 22 años de edad, el cual se controlara estrictamente mediante el certificado de nacimiento.
3. Presentar el título de bachiller en humanidades.
4. Presentar una fotografía tamaño medio postal.
5. Presentar carnet de identidad y fotocopia del mismo.
6. Debe presentar mediante documento la autorización de sus padres.
7. La solicitante deberá presentar una carta hecho a mano, indicando las causan que la inducen a estudiar enfermería.
8. Presentará informe del servicio social de la empresa respectiva acreditando solvencia moral.
9. La postulante deberá comprometerse a acatar con mucha disciplina y buen espíritu los reglamentos de la escuela y de sus superiores.
10. Todos los documentos presentados serán revisados por el directorio de la escuela y autoridades de la empresa minera.
11. De ser aprobado el expediente cada estudiante se someterá al examen.
12. Los resultados del examen se ordenaran de forma correlativa.
13. De ser aprobado el examen la postulante deberá firmar un contrato de concesión de beca.
14. La postulante deberá ser estrictamente sometida a un examen médico general, para comprobar su estado de salud más exámenes complementarios de placas radiográficas, oculistas y dental.
15.vToda postulante admitida en la escuela estará bajo la responsabilidad de su padre y las del interior de su apoderado.
16.vLas postulantes que no reúnan todos los requisitos mencionados serán rechazadas (SIAH-COMIBOL 1981 s/f.).

Como se observa, por parte de la dirigencia minera, el año 1981 existió el interés de ayudar a la profesionalización, de las hijas de mujeres mineras, en las Cooperativas de los Distritos de Quechisla y Chorolque, la finalidad fue buscar paliar la difícil situación que vivían las familias mineras, a decir; pobreza y desocupación laboral, buscando de esta manera evitar el abandono de sus tierras de origen, de la población joven del Distrito, como lo atestigua la señora Justina Villca: “yo cuando era pequeña (niña) había ayuda con cuadernos, lápices y hojas de parte de las Cooperativas mineras a las escuelas” (Villca, 01 de diciembre del 2023).

La loable iniciativa, de las Cooperativas, no solo quedó en los dos distritos de Quechisla y Chorolque, sino que se fue expandiendo por diferentes secciones aledañas, inmiscuyendo a nuevos actores como fueron los profesores, tal cual se puede observar en el siguiente documento:

“En la sección San Vicente, se puede identificar aspectos educacionales referido a la población femenina, los encargados de levantar las listas estuvo a cargo de los Directores, Profesores de los establecimientos escolares, amas de casa 294 mujeres, estudiantes ciclo básico 325 y ciclo medio 116” (SIAH-COMIBOL 1985 s/f).

Las listas que fueron levantadas, por los directores y profesores de las escuelas de los distritos mineros, tuvieron la finalidad de saber cuántas mujeres estudiantes se encontraban en calidad de escolares y que asistían a una escuela. Sin embargo, la situación educacional de las mujeres mineras fue inestable, sin lograr los objetivos trazados. “(…) mayoritariamente, se quedan en su Distrito para después incorporarse al trabajo minero o en su caso al trabajo intrafamiliar o doméstico” (Viceministerio de la Mujer, 2005: 18).

Bajo este panorama, en su mayoría, las mujeres que trabajan en el Distrito minero de Chorolque, no saben leer ni escribir y muy contadas concluyeron en nivel primario, situación que les obliga a aferrarse al trabajo duro en el distrito minero. “En su totalidad de las mujeres que trabajan en el Distinto minero de Quechisla, predominan el idioma quechua y aymara son las lenguas que a menudo se utilizan para la comunicación verbal entre compañeras de trabajo, lo que constituye en una fuente más de discriminación y exclusión de las mujeres mineras” (Viceministerio de la Mujer, 2005: 24).

La educación escolar, en las mujeres mineras del Distrito Minero de Chorolque, fue prácticamente mínima, solo lograron aprender a hacer su firma, sumar y restar, lo que provoco el quedarse definitivamente a trabajar desde temprana edad en la minería, a un principio ayudando a sus padres y después por su propia cuenta6, en la Cooperativa minera de Chorolque.

La situación educacional, en que vivieron las mujeres de la zona, del Distrito Minero de Chorolque, durante sus pocos años de escolaridad, se caracterizó por las constantes faltas e inconstante asistencia a la escuela lo que provocó el abandono del centro educacional. El dejar de asistir al centro educativo, fue por ayudar a sus padres, “(…) por tanto, no contaron con el tiempo necesario para asistir y formar parte de la instrucción primaria, lo que desembocó en un arduo y diario trabajo en la minería” (Villavicencio, 01 de diciembre del 2023).

“La dificultosa situación de asistir a una escuela, por parte de las mujeres, conlleva a identificar, dos factores primordiales los cuales cuartaron presenciar la escuela: el primero fue el tiempo y el segundo económico, estos componentes hicieron que se quedaran a trabajar en el centro minero colaborando a sus padres, en casos extremos, solamente a su madre que fungía los dos roles de padre y madre debido a su situación de viuda o abandonada” (Villavicencio, 01 de diciembre del 2023).

En la última década del siglo XX, la escasa y lacónica situación económica, la falta de tiempo para asistir a una escuela en el Distrito minero de Chorolque se constituyó, en factor determinante para que las mujeres mineras (hijas) no lograsen estudiar y mucho menos llegar a un curso superior o una escuela de formación específica7.

Al respecto, en la entrevista realizada el 01 de diciembre del año 2023 a la señora Edmunda Acarapi, de ocupación palliri, en el centro minero de Chorolque, asevera lo siguiente:

“(…) yo era buena alumna, tenía altas notas, pero la tuve que dejar la escuela porque mis padres me lo pidieron, tenía muchos hermanitos pequeños y necesitaban de mi ayuda, por eso abandone la escuela y me dedique a trabajar en la minería, hasta hoy en día sigo aquí” (Acarapi, E. 01 de diciembre del 2023).

El componente básico, para que las mujeres del Distrito minero de Chorolque, hoy en día estén fungiendo como trabadoras en la mina, parte de una necesidad económica, acompañada de la falta de tiempo para ir a la escuela, situación que les llevó a dedicarse íntegramente al trabajo en la mineria desde muy temprana edad, en muchos casos se logró evidenciar que tuvieron que abandonar sus estudios (dejar la escuela), para ir a trabajar junto a sus padres.

Bajo este difícil panorama, las mujeres mineras, de ninguna manera se sienten fatigadas, entre tanto, van empezando una lucha día a día para lograr mejores días para sus hijos, como afirma, Justina Villca: “todos los días yo voy diciendo a mis hijas que lo mejor es estudiar, para tener días mejores en el futuro, siempre les hago recuerdo y les digo no van a ser igual que yo” (Villca, 01 de diciembre del 2023).

En el Distrito minero de Chorolque, se identifica el nivel de educación, de las mujeres es bastante bajo, debido a una serie de circunstancias, las cuales no permitieron a las mujeres a llegar y formar parte de una formación superior. Las que llegaron a la escuela de instrucción primaria, no lograron culminar ni el nivel primario. Situación que demuestra, el nivel de instrucción de la mujer minera es mínima8.

Bajo esta perspectiva, el nivel de educación de las mujeres mineras, del Distrito minero de Chorolque, expresado en términos porcentuales, el 85% no lograron estudiar, estas se dedicaron a trabajar en la minería, lo cual, demuestra con bastante claridad, que la educación en este Distrito no fue prioridad, no porque ellas la quisieron, sino por situaciones ya antes mencionada, no les permitieron asistir a la escuela.

Actualmente, en las mujeres mineras trabajadoras del Distrito minero de Chorolque, expresado en términos porcentuales, el 85% no lograron estudiar, estas se dedicaron a trabajar en la minería, lo cual, demuestra con bastante claridad, que la educación en este Distrito no fue prioridad, no porque ellas la quisieron, sino por situaciones ya antes mencionada, no les permitieron asistir a la escuela9.

Actualmente, en las mujeres mineras trabajadoras del Distrito minero de Chorolque, se identifica, el conformismo, como parte de su diario vivir, porque, con lo poco que aprendieron están realizadas, agradecidas con sus padres y maestros, por lo que aprendieron a sumar y restar, que conlleva practicar todos los días durante el ritmo laboral. Situación que les obliga a aferrarse al trabajo duro y forzado como es la minería (Villavicencio, 01 de diciembre del 2023). A pesar de la difícil circunstancia, que atraviesan las mujeres mineras en su diario vivir, están con la firme convicción de sacrificar sus metas personales, con la finalidad de alcanzar el bienestar de sus hijos e hijas.

Otro aspecto, que realza importancia en las mujeres trabajadoras mineras de Chorolque, el cual, no podemos dejar de lado, es el idioma, en su mayoría, de las mujeres que trabajan en el Distinto minero de Chorolque, “(…) son de habla originario donde predominan el idioma quechua o aymara (son las lenguas que a menudo se utilizan para la comunicación verbal), entre compañeras de trabajo, lo que se constituye como una fuente de exclusión de las mujeres mineras, por parte de sus contratantes” (Viceministerio de la Mujer, 2005, p. 24).

Las experiencias vividas, en el duro trabajo de la minería, para las mujeres que se dedican a ese rubro, hace que cambien totalmente la forma de pensar en relación a sus hijas, este sector social, no quiere que ninguna de sus hijas, se queden trabajando en los centros mineros, al contrario hacen todo lo posible para que sus hijas estudien y sean profesionales “mil veces prefiero que mis hijas estudien, no quero que sean como yo aquí trabando todos los días ya sea frio o color” (Choque, 01 de diciembre del 2023).

En este sentido, la UNESCO como organismo internacional, a través de su brazo operático subraya: “Los progresos educacionales han sido importantes, sobre todo para cerrar las brechas de género en el ciclo primario” (Coordinadora de la mujer, 2015, p. 25). Con indicadores que reportan avances favorables en secundaria y educación superior. Por otro lado, las asimetrías se mantienen e inhiben magnitudes distintas si se toman en cuenta variables de lugar (rural y urbano), etnia, clase social, región, generacionales, situación de la pobreza y los propios ciclos de vida.

Asimismo, la UNESCO en educación para todos, con el objetivo de mostrar la situación contractual de la educación boliviana establece: Suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria de aquí al año 2030. La igualdad entre los géneros en relación con la educación, en particular garantizando a las jóvenes un acceso pleno y equitativo a una educación básica de buena calidad, así́ como un buen rendimiento.

A pesar de los avances, que lo demuestran los Organismos Internacionales y de acuerdo a la información obtenida, la desigualdad de género en la educación persiste y se expresa en varias dimensiones. “Las mujeres, en términos de acceso a la educación, enfrentan una situación de desventaja frente a los hombres, tienen menos oportunidades de desarrollo personal y profesional por las responsabilidades que asumen en la casa principalmente o con sus hermanos menores, e incluso se ven obligadas a abandonar sus estudios por brindar ayuda a sus padres” (Rojas, 2021, p. 26-30).

La vida cotidiana de las mujeres obreras mineras
En lo que respecta el siglo XX, la mujer dentro de lo que es su vida cotidiana se organizó en distintos espacios, como refiere Chambilla (2016), es a partir del año 1977, la mujer se vino organizando en un comité de Amas de Casa, las cuales, protagonizaron una histórica huelga de hambre en la ciudad de La Paz, con pedidos específicos de respeto a la democracia, así mismo el retorno de los exiliados.

Así como refiere la cita:

En ese tiempo las “Amas de casa” eran más combativas y de lucha. Actualmente están más abocadas al cuidado y su organización está concentrada en labores de capacitación en diferentes rubros, una de esas labores las realiza el CEPROMIN. (Chambilla, 2016, p. 6).

Es así que la mujer protagoniza, luchas de reivindicación de los derechos humanos, por mejores oportunidades de vida para sus familias, sin duda son luchas que quedaron en la historia y es a partir de ello, logran algunos espacios políticos económicos y sociales, dentro importantes instituciones gubernamentales.

La mujer, en lo que es la vida cotidiana se puede definir en dos escenarios uno como “ama de casa” y la otra como “obrera minera”, que en ambos casos su principal propósito es poder proteger y cuidar a su familia, su diario vivir se resume en subir a las minas desde las primeras horas de la mañana (04:00 am. o 05:00 am. de la madrugada).

En el relato de la señora Martha Canaviri de 57 años refiere: “Que la semana que le toca realizar su turno laboral, trabaja desde las 4 de la mañana todos los días de esa semana para poder sacar y juntar un poco de carga y pueda vender y tener plata si no se va a trabajar no tiene plata” (Salas, 02 de diciembre del 2023).

De la misma manera, haciendo referencia a la vida social de estas mujeres obreras, se puede indicar que, aunque no tenían el mismo trato, la mujer era reconocida y agasajada en el día de las madres, como se puede observar en la siguiente documentación:

NOMINA DE MADRES HOMENAJEADAS PARA EL DIA 27/MAYO 1981 (…).
Sección Chorolque Santa Bárbara
Tomasa Mamani de Baldivieso 8 hijos
Sección Chorolque Sala Sala
Florencia Mejia de Paredes 9 hijos
Sección Chorolque Fierro Unu y Sagrario
Filomena Colque de Ruiz 9 hijos
(SIAH-COMIBOL Regional Potosí 1981 fs. 36).

Como se puede observar, las mujeres en su cotidiano vivir son reconocidas y agasajadas por sus mismas luchas, “(…) la mujer minera obrera en su cotidiano vivir, se levanta a las cuatro o cinco de la mañana porque el trabajo debe ser desde tempranas horas del día. Además, se debe prever su alimentación y sus herramientas de trabajo ya que su hora de retorno muchas veces es al atardecer” (Salas, 2 de diciembre de 2023).

Durante la primera centuria del siglo XX, la mujer no estaba en grandes escenarios políticos, al contrario ellas, se limitaban a la atención e sus familias dentro de sus hogares “la mujer, estaba en los espacios laborales de los hogares, por el mismo hecho de un pensamiento machista, es así, que, la presencia de las mujeres en los centros mineros fue bastante inusual, mucho menos ver a una mujer trabajar en la mina junto a su esposo, en lo que respecta la política, si bien ya desde la época del MNR, se entró a estos espacios era solo con el fin de mostrar inclusión pero tampoco se participaba de manera activa” (Salas 01 de diciembre del 2023).

En ese sentido, se puede mencionar que la mujer si bien se abrió espacios políticos a lo largo de la historia, aún quedan relegadas de algunos espacios es el caso del Distrito minero de Chorolque por ejemplo. Si bien hay mujeres que son obreras mineras, en su mayoría es viuda o mujer sola, que por la necesidad de sustentar a su familia hacen todo lo posible para ingresar al sector minero.

Con respecto, a la vida cotidiana de la mujer minera, se identifica un sufrimiento por la inhalación de sustancias químicas de los desechos mineros, recibe un trato desigual, por lo tanto presenta deterioro de su salud, a temprana edad, es así que, la mujer al dedicarse a este rubro minero, descuidan muchas veces sus hogares, porque es un trabajo arriesgado y sobre todo se torna en doble inversión de su tiempo.

Participación de las mujeres en el ámbito sindical y el marco normativo
Bolivia es, sin duda, en los papeles, es uno de los países que avanzó considerablemente en el marco normativo, a favor del ejercicio de la participación política de las mujeres, “por ello se encuentra a la vanguardia de la paridad de género en América Latina junto a Ecuador, México, Costa Rica y Nicaragua” (ONU, 2017, p. 15). Sin embargo, esta situación no se puede evidenciar en la realidad, tomando en cuenta la vivencia de la mujer boliviana.

Como se puede observar, las mujeres en su cotidiano vivir son reconocidas y agasajadas por sus mismas luchas, “(…) la mujer minera obrera en su cotidiano vivir, se levanta a las cuatro o cinco de la mañana porque el trabajo debe ser desde tempranas horas del día. Además, se debe prever su alimentación y sus herramientas de trabajo ya que su hora de retorno muchas veces es al atardecer” (Salas, 2 de diciembre de 2023).

Con el afán de romper, el asfixiante encierro doméstico, de no poder formar parte de organizaciones sindicales, y proyectarse hacia la vida política, para proyectar sus inquietudes y necesidades, “(…) se fundan en diferentes ciudades del país, agrupaciones femeninas de corte cultural, artístico, asistencial y político” (Zabala, 1995, p. 23). En una suerte de “revolución silenciosa”10, ellas inauguran los primeros órganos de prensa femeninos irrumpiendo en un escenario reservado hasta entonces estrictamente al quehacer masculino.

Dentro la participación de la mujer minera, en la política y organizaciones sindicales de Bolivia, es menester mirar la normativa nacional, la cual se constituye en protectora de los derechos políticos de las mujeres, entre estas tenemos la Constitución Política del Estado (2009), Ley N°1983 de Partidos Políticos (1999), Ley N° 2771 de Agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas (2004), Ley N° 348 Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (2013) y Ley N°1096 de Organizaciones Políticas (2018).

Con todo este cúmulo de normas, que rigen y consolidan la participación de las mujeres en la política, son avances cualitativos y cuantitativos, que van abriendo senda, en cuanto a la participación de las mujeres en la política sindical boliviana, lo que nos demuestra en los papeles un avance significativo. Sin embargo, cuando observamos la realidad de las mujeres principalmente en el rubro de la minería “existe aún una desventaja política organizacional frente a los varones” (Villavicencio, 01 de diciembre del 2023).

En los primeros años del siglo XXI, el acceso a la participación y organización política sindical de las mujeres, por parte de los gobiernos de turno, se van constituyendo en importantes acciones políticas, en favor de las mujeres no solo mineras sino de todo rubro laboral. Este propósito, que van promoviendo los gobiernos, va dando lugar a que las mujeres cada día vayan saliendo de la postergación social y política en que vivían. En este sentido, se logra reafirmar los valores tradicionales sobre la mujer, con propuestas que buscan ensanchar su participación en la vida política, abriéndose así, una brecha constante por hacer prevalecer sus derechos políticos y civiles11.

En este sentido, para hablar de la participación de las mujeres en espacios políticos y sindicales, específicamente en el Distrito minero de Chorolque (Municipio de Atocha, Departamento de Potosí) a finales del siglo XX. Vamos a comenzar diciendo, históricamente, las organizaciones sindicales fueron y son instituciones dominadas por los hombres, aunque la participación de las mujeres en el mercado laboral se haya ido incrementando masivamente en varios sectores como ser; “magisterio, salud pública, administración pública y el sector fabril” (Sánchez, 2015, p. 20).

Respecto a la participación, de las mujeres mineras en los sindicatos del Distrito minero de Chorolque, en las entrevistas realizadas, se puede constatar que existe una gran voluntad de las mujeres de querer formar parte de la Organización minera (estar encabezando) como la asevera nuestra entrevistada: “mi sueño es ser máxima dirigente de este Distrito minero, si un día se cumple, trabajaré en favor de las mujeres que ponemos el lomo a este rubro” (Acarapi, 01 de diciembre del 2023).

Al respecto la Constitución Política del Estado Plurinacional, en su artículo 15 establece que “todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, directamente o por medio de sus representantes, y de manera individual o colectiva”. Así mismo, se establece que la participación sea equitativa y en artículo 48, parágrafo II 16 Artículo 2 de la RM 561/07 13 igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. (Art. 26, parágrafo 1); así equivalente, la Ley Electoral, determina la paridad y alternancia en artículos que reivindican de manera específica los derechos de las mujeres.

Como se observa en la normativa nacional, existen avances importantes para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres; sin embargo, las diferentes organizaciones sindicales no se apropian de estos logros que beneficiarían y fortalecerían no sólo a las mujeres sino a la clase trabajadora y al movimiento sindical en general. Como asevera Mamani (2021). “Este accionar responde a la mentalidad patriarcal heredada de generación en generación, traduciéndose en constructos sociales que se van replicando” (Mamani, 2021, p. 33).

Lo que llama la atención a estas alturas del siglo XXI, se sigue utilizando un elemento común y discriminatorio como es el lenguaje sexista en el ámbito sindical, que cosifica e invisibiliza la presencia y la participación de las mujeres en ámbitos de poder sindical en el centro minero de Chorolque.

Otro elemento, son los horarios del trabajo sindical, la mayoría incompatibles con las responsabilidades a cargo de las mujeres, dificultando su participación y reproduciendo los roles predominantes de género. Estos horarios, son utilizados como estrategia, para generar abandono de las mujeres en la participación de instancias orgánicas de decisión.

Es decir, no dan curso a la aprobación de acuerdos favorables al sector, en definitiva, no toman en cuenta los intereses y necesidades concretas de las trabajadoras, “(…) nosotras como mujeres siempre estamos cumpliendo todo lo que nos dicen los hombres, por ejemplo el levantarse temprano y salir tarde del trabajo se podría decir más de las 6 de la tarde” (Tambillo, 01 de diciembre del 2023).

En el sector minero cooporativizado, no existe cuota de género para la participación sindical en congresos y ampliados nacionales; además, algunas mujeres trabajadoras, van a estos espacios sólo en calidad de adscritas, (designadas solo por ese evento) “con una consigna clara, derecho a voz pero no a voto” (Villavicencio, 01 de diciembre del 2023).

Por otro lado, persiste el temor de las mujeres para participar en el sindicalismo, debido a que es un espacio hostil para ellas. Las excepciones de mujeres sindicalistas, son cuestionadas, exigidas y criticadas por sus compañeros, compañeras, familias y la sociedad. Los estereotipos, de una mujer sindicalista para ejercer un cargo son la soltería, viudez o ser separada o divorciada; en el imaginario colectivo, una mujer casada no podría realizar un cargo sindical, debido a la presión familiar y a las responsabilidades que le toca desempeñar en su casa12.

Como se puede percibir, la situación de las mujeres mineras del Municipio de Atocha del Departamento de Potosí, específicamente del Distrito minero de Chorolque, están siendo relegadas por su condición de esposa y madre, no siempre por los dirigentes varones sino por su familia, la cual siembra un cierto temor en las mujeres para que pueda ejercer cargos importantes dentro el sindicalismo, aunque ellas se sienten capaces de llevar adelante una dirigencia. “Mi deseo es llegar a ser dirigente máxima de la Cooperativa y desde ese lugar trabajar por mis compañeras y hacer respetar sus derechos de mujer” (Choque, 01 de diciembre del 2023).

Sin embargo, tomando en cuenta nuestra normativa nacional, sin la presencia de mujeres, el sindicalismo en Bolivia es menos representativo y democrático. Si bien en la actualidad la presencia de mujeres en el ámbito político tuvo importantes avances, sin duda se atribuye a las disposiciones legales en actual vigencia, que buscan forzadamente la participación de las mujeres en espacios políticos, que de acuerdo al artículo 8 parágrafo II de la Constitución se está aplicando la equidad de género. “El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien”.

La mujer minera en los distritos laborales de Bolivia
La mujer minera de Bolivia ha atravesado una serie de procesos sociales, que tienen que ver con su propia realidad laboral y su vida cotidiana. Las vicisitudes que atravesó esta trabajadora boliviana, en los espacios laborales dominados por los varones, tienen su incidencia, de acuerdo a las características de la población que se fue conformando en el tiempo.

“Director del CONSEJO NAL. DE VIVIENDA MINERA. La Paz. A través del presente oficio nos permitimos dirigirnos as su autoridad para hacerle conocer nuestra inquietud y necesidad imperiosa de 16 trabajadores de esta empresa Minera Quechisla, quienes deseamos organizarnos en Cooperativa para ser merecedores de los beneficios habitacionales de esa Institución de Vivienda Minera que Ud. Administra en esa Central. Los 16 trabajadores con nuestros aportes efectuados durante más de 9 años hemos obtenido nuestros lotes de terrenos en la ciudad de Tarija, actualmente tenemos todos los documentos y planos aprobados por la Alcaldía de aquella ciudad, con este objeto solicitamos a su digna dirección ser admitidos como cooperativa de trabajadores con derecho a los beneficios en la construcción de Viviendas para los solicitantes dentro de los planes que esa institución tiene establecido para los trabajadores de la minería nacionalizada. Por las necesidades habitacionales expuestas, damos a conocer a su autoridad los nombres de los 16 trabajadores que solicitamos la construcción de Viviendas los mismos que somos los siguientes13: Insinuando sus disposiciones y una orientación. de los tramites que debemos cursar para efectos favorables a nuestra petición, los que firmamos al pie del presente oficio lo hacemos en representación autorizada por los trabajadores mencionados líneas arriba. Con este motivo, esperando una respuesta favorable a nuestras necesidades expuestas, nos suscribimos con nuestras mayores consideraciones de respeto personal a su autoridad. Atentamente. Pedro Choque Donaire Rómulo Ayala Ibáñez” (SIAH-COMIBOL Regional Potosí 1977, fs. 15).

Para la década de los setentas en Bolivia se generó una serie de ventajas para acceder a un bien privado como son las viviendas CONAVI, para este proceso se debía solicitar ante esta instancia administrativa, este servicio social a mineros de Quechisla, para su radicatoria en la ciudad de Tarija. Las ciudades con mayor proyección urbana en el país fueron, Cochabamba, La Paz (El Alto), Tarija y muy atrás la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

La necesidad de adquirir bienes raíces de parte de esta población trabajadora, se debe a múltiples razones: Entre ellas, la baja productividad de los campamentos mineros, la crisis en la demanda de minerales en el mercado internacional, y el clima inhóspito e inhumano que ofrece estas zonas ubicadas a más de 4000 m.s.n.m.

Para el año de 1977, las mujeres del “Comité amas de casa” del Distrito de Siglo XX, protagonizaron una histórica huelga de hambre en la ciudad de La Paz, con demandas de la apertura democrática, el retorno de los exiliados, la vigencia sindical, la vigencia de los Derechos Humanos, entre otras reivindicaciones. En esa movilización se logró estos objetivos, pero desafortunadamente duró sólo tres años. En ese tiempo las “Amas de casa” eran más combativas y de lucha. Hoy en día, estas mujeres se encuentran abocadas al cuidado (…) y su organización está concentrada en labores de capacitación en diferentes rubros, una de esas labores las realiza el CEPROMIN (Chambilla, 2016, p. 6).

En este periodo de transición democrática, las mujeres y los niños se escondieron en los socavones y ahí siguieron la huelga de hambre. Los niños mineros comenzaron a participar orgánicamente en las movilizaciones de la FSTMB, con sus propios dirigentes y líderes. Aquella movilización duró más de un mes. El gobierno no quería ceder un centímetro en esa primera batalla y la COB seguía herida por las peleas inclusas de la época de pista, lo que obreros dijeron que se levantaría a cambio de la libertad de todos los dirigentes (Cajías, 1988, p. 417).

En el año 1981 se identificó que la mujer proveniente en este sector minero del sur del Departamento de Potosí, la cual cumplía en los roles y servicios sociales de las cooperativas mineras, fungiendo en la administración colectiva que implicaba en recibir las quejas o necesidades de los obreros, como refiere el siguiente expediente de la Empresa Minera “Quechisla”:

“Cooperacion Minera de Bolivia Empresa Minera Quechisla
Chorolque “Santa Barbara” 26 de marzo de 1981
A la Señorita
Domitila Chachaqui
Of. Servicio Social
De nuestra mayor consideración
Por intermedio del presente oficio, tenemos el bien de dirigirme a su digna persona, para expresarle nuestros más sinceros saludos de estima personal. La parte textual de nuestro oficio es con el único fin de solicitarle a su autoridad y doy a conocer al respecto de mis padres que es completamente bajo mi amparo por motivo de que mi hermano es invalido y no tiene quien le puede velar por ellos y por la edad que tienen inclusive actual se encuentra enfermos en Oruro. Por esta razón pido la cooperación de su autoridad de que nonos corte el racionamiento de sus cupos que nos corresponde y necesito para mandarles a mis Viejos. Contando con el mayor apoyo de su alto espirito filantrópico que le caracteriza a su digna persona. No queriendo hacer más regresiva el tener de la presente, nos despedimos de UD, con las consideraciones más distinguidas Atte: Santos Choque Quispe (SIAH-COMIBOL Regional Potosí 1981 fs. 12).

La presencia de una mujer en una repartición de la empresa minera no es muy recurrente en estos ámbitos laborales. La responsable de la oficina de servicios sociales en la mina “San Bárbara” de Chorolque, la personera, cumplía funciones como “secretaría”, y traducía las solicitudes del personal trabajador a los superiores de la Empresa, para que se emita una solución al problema emergente. En este entendido, se determina que la mujer formaba parte de los espacios públicos del entorno cooperativizado.

Conclusiones
En este espacio regional del Sur del Departamento de Potosí, donde se ubica el Distrito minero de Chorolque, tuvo su propia incidencia en la conformación poblacional de este espacio laboral. Estos mundos laborales se ligan en el tiempo, como parte de fenómenos migratorios, procedentes de los municipios de Oruro, Challapata, Tupiza y Uyuni. La coexistencia del varón y la mujer minera, en este suelo ubicado a una altura de más de 4000 m.s.n.m., no da una esperanza de vida expectable, de acuerdo a los datos que arrojó la información recolectada en este artículo.

La realidad educacional de las mujeres mineras del Distrito Minero de Chorolque, fue baja, hablando porcentualmente el 85% no lograron terminar el nivel primario de instrucción, debido a tres factores que les obligaron dejar la escuela:

1. La imperante necesidad económica de las familias.
2. Sus progenitores les obligaron a que ayuden a criar a sus humanos menores.
3. Desde muy temprana edad sus padres les llevan a trabajar en la minería.

En lo que refiere a la vida cotidiana de la mujer minera, se menciona que es “muy sacrificada”, por el mismo hecho de que tiene que lidiar con la desigualdad de oportunidades económicas, políticas y sociales. Una convivencia caótica que se expresa en un trato desigual, y que se multiplica de acuerdo a los roles familiares que se superponen, al interés de esta mujer trabajadora.

La presencia y participación de las mujeres en el ámbito político, tuvo importantes avances, los cuales se atribuye a las disposiciones legales, con lo cual, buscan forzadamente la participación de las mujeres en espacios políticos, que de acuerdo al marco normativo y de acuerdo al artículo 8 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y las leyes vigentes.

Muchas de las mujeres mineras dedicadas al laboreo, tiene un origen (sincrético) mestizo. Muchas de ellas, provenientes de otras latitudes del territorio boliviano como de zonas de valles y del altiplano se habitúan a su supervivencia en este Distrito minero. La tradición religiosa que conservan, se asimila entre religiosidad católica y andina. Se tiene opción de que, dentro sus convicciones de credo de fe, dicen profesar la religión católica o protestante.

Como se pudo percibir, la situación de las mujeres obreras en el Municipio de Atocha del Departamento de Potosí, ubicado en el Distrito minero de Chorolque, están siendo relegadas por su condición de esposa y madre, no por la dirección sindical masculina, sino por su entorno familiar que la rodea, la cual presenta cierta incertidumbre en las mujeres trabajadoras, para que puedan ejercer cargos importantes dentro el sindicalismo.

En lo que respecta al aspecto político, se puede percibir que la mujer minera de Chorolque, está presente en los espacios políticos de manera sesgada, y que aún perciben un relegamiento por cuanto aún no han asumido un liderazgo en las cúpulas dirigenciales varoniles, del mismo modo, no gozan una retribución económica equitativa. Para las mujeres de este Distrito minero, aún el poder de decisión está enmarcado en un sistema patriarcal y colonial.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
Fuentes Primarias
SISTEMA DE ARCHIVOS HISTÓRICOS – CORPORACIÓN MINERA DE BOLIVIA SIAH-COMIBOL REGIONAL POTOSÍ
1981. Correspondencia Compañía Minera “Quechisla”

Fuentes Orales
Apaza, Constantina (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Acarapi, Edmunda (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Cayhuara Mamani Eugenia (Chorolque, 01 de diciembre del 2023).
Canaviri Maria ).( Chorolque, 01 de diciembre de 2023)
Copa Janko Remetería (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Carmona Mamani Catalina (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Copa Mamani Eva (Chorolque, 01 de diciembre de 2023)
Condori Mamani Rentería (Chorolque, 01 de diciembre 2023).
Choque, Celia (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Fernández Copa Carmela (Chorolque 01 de diciembre de 2023).
Jallasa, Jhenny (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Mamani Senovia( Chorolque, 01 de diciembre de 2023)
Ramirez Condori Andrea ( Chorolque, 01 de diciembre 2023).
Rioja, Celestina (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Salas, Carmen (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Tambillo, Luciana (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Villca, Justina (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
Villavicencio, Cayo (Chorolque, 01 de diciembre de 2023).
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http://www.scielo.org.bo/pdf/rbcst/v19n39/v19n39_a06.pdf.

* Carrera de Historia – Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales – Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca. Dirección de Investigación Ciencia y Tecnología (DICyT), mail: mendoza.german@usfx.bo

  1. Este trabajo se concluyó con el apoyo investigativo de los licenciados, Carmen Salas Coila y Cayo Villavicencio Barrientos.
  2. En este caso, las mujeres esposas de los trabajadores mineros, una vez que el varón ha perdido la vida, estas se hacen cargo de la actividad económica en un sistema de cooperativas mineras.
  3. Se la denomina así a la mujer dedicada a pallar, palabra que proviene del origen quechua, utilizado en la terminología de la minería tradicional en Bolivia para designar el chancado y selección manual de mineral. Están localizadas principalmente alrededor de minas tradicionales en los departamentos de Oruro y Potosí, utilizando herramientas precarias como martillo, pala y pico.
  4. Es el polvo y agua acidulada del interior de una mina o excavación o proveniente de los relaves, que contiene sulfato de cobre, hierro o cinc demasiado dañito para la salud, principalmente para el aparato respiratorio.
  5. Se presenta en los mineros, porque están en riesgo de presentar una enfermedad pulmonar llamada neumoconiosis por su exposición al polvo respirable que se encuentra suspendido en el aire. Este tipo de polvo contiene partículas muy finas que, al inhalarse, puede entrar al tejido pulmonar.
  6. “Por factores de tiempo y principalmente económicos me quedé aquí trabajando, tenía muchos hermanos y había que ayudar a mis padres a criar a mis hermanos menores, por eso solo asistí a la escuela hasta aprender a leer, escribir, sumar y restar nomas” (Rioja, 01 de diciembre 2023).
  7. Las mujeres, en términos de acceso a la educación, enfrentan una situación de desventaja frente a los hombres, tienen menos oportunidades de desarrollo personal y profesional por las responsabilidades que asumen en la casa principalmente o con sus hermanos menores, e incluso se ven obligadas a abandonar sus estudios por brindar ayuda a sus padres (Rojas, 2021. p. 26-30).
  8. Era bien yo en los pocos años que fui a la escuela aprendí muchas cosas que hoy en día me ayudan en mi vida sobre todo sumar, restar, un poco la multiplicación gracias a lo que aprendí ahora me defiendo todos los días (Rioja, C. 1 de diciembre del 2023).
  9. “solo termine el nivel primario, después me dedique a trabajar, mis compañeras de mi edad casi todas hicieron lo mismo, de mi curso éramos 11 mujeres, que yo recuerde solo dos lograron estudiar ahora son profesionales” (Choque, C. 01 de diciembre del 2023).
  10. La revolución silenciosa educativa, está plenamente inmiscuida con la revolución y silencio, son dos ideas contrapuestas, su coexistencia puede ser un delicado balance de opuestos, incluso puede significar la irremediable anulación de uno o del otro. Al reconciliarse, esto es, al coexistir sin anularse, ambos se animan, son posibilidad de transformación. El sentido de la revolución cobra mayor fuerza con la crítica implícita del silencio, la primera enciende y el segundo contiene, evita el empuje de consumir todo en un instante (Ruiz, 2015: 9).
  11. Luego de la confrontación bélica del Chaco, a mediados de la década del 30, surgen nuevos sindicatos de culinarias y sirvientas, vendedoras en mercados, floristas y vianderas, se organizan y piden pleno reconocimiento se sus organizaciones (Zabala, 1995: 28).
  12. “Mi persona, para llegar a este cargo de secretaria sindical del centro minero de Chorolque, tuvo que fallecer mi esposo hace 3 años atrás, y recién pude ser elegida… yo siempre quería formar parte de la directiva pero todos se oponían diciendo que va ser su esposo de sus hijos”. (01 de diciembre del año 2023).
  13. Eustaquio Duran Rodriguez - Sección Quechisla
    Romulo Ayala Ibañez
    Pedro Colque Donaire
    Roberto Galarza Callata - Sección Chorolque
    Francisco Vargas Villegas
    Hilario Leaño Villegas
    Maria Luisa Ortega Vda. De Arias
    Benjamín Andia Salinas - Sección Tatasi
    Juan Cuenca Aramayo - San Vicente
    Adrian Limachi Flores - Tasna Buen Retiro
    Eugenio Soruco Maldonado - Siete Suyos
    Fermin Lopez Huarachi - Siete Suyos
    Pastor Alvarez Ramos - Sala Sala
    Carlos Celia Orozco - Santa Ana
    Agapio Duran Ramon - Comibol Oruro
    Flora Rodriguez Acebey – Telamayu.