Estimados colegas, distinguidos invitados y compañeros educadores,
Para mí es un honor encontrarme hoy aquí para debatir un tema que afecta enormemente a los educadores del sector privado. Me llamo Selin y represento al Sindicato de Docentes del Sector Privado de Turquía. Nos gustaría agradecer al Sr. Korkmaz y a la revista Politeknik International esta oportunidad de compartir nuestra perspectiva sobre los retos y realidades a los que nos enfrentamos.
Para mí es un honor encontrarme hoy aquí en representación del Sindicato de Profesores del Sector Privado de Turquía, una organización reciente pero decidida, comprometida con la defensa de los educadores del sector privado. Hace poco celebramos nuestra segunda asamblea general ordinaria, dando un paso más en nuestra misión. Hoy quisiera compartir las realidades a las que se enfrentan los profesores del sector privado en Turquía.
En primer lugar, me gustaría explicar las razones por las que los docentes del sector privado de Turquía necesitan un sindicato. La aceleración del proceso de privatización de la educación y el aumento del número de escuelas privadas en Turquía fue consecuencia de las normativas legales y las políticas aplicadas por el partido gobernante, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas en Turco), que llegó al poder en 2002. Si bien antes ya existían escuelas, cursos y centros de rehabilitación privados, las recientes normativas gubernamentales han aspirado a reducir la carga financiera de los recursos públicos trasladando una mayor parte del sector educativo a la financiación privada. Este desplazamiento ha afectado considerablemente a las condiciones de trabajo y la seguridad laboral de los profesores, lo que ha hecho necesaria la creación de sindicatos.
En breve hablaré acerca de los obstáculos jurídicos y prácticos a los que nos enfrentamos en el proceso de sindicalización y negociación colectiva. Pero antes, me gustaría proporcionar una perspectiva de primera mano sobre las condiciones de trabajo y los retos en cuanto a la seguridad laboral a los que se enfrentan los profesores del sector privado.
Hasta el año 2014, existía una ley que garantizaba la equiparación salarial entre los profesores de la enseñanza privada y la pública. No obstante, para reducir los costes laborales de los inversores en escuelas privadas y promover la financiación privada, esta ley se derogó en 2014. Paralelamente, el gobierno lanzó una campaña de apoyo a las familias mediante incentivos económicos para quienes matricularan a sus hijos en escuelas privadas. Por otra parte, el gobierno disminuyó el número de profesores contratados en las escuelas públicas, lo que provocó un aumento del desempleo entre los educadores. A consecuencia de ello, muchos profesores se vieron obligados a buscar trabajo en el sector privado en condiciones desfavorables.
Las políticas gubernamentales que empujan a los profesores a aceptar estas condiciones no deben ser ignoradas. Para ser contratados en las escuelas públicas, los profesores deben aprobar un examen nacional (KPSS) que evalúa sus conocimientos en diversas materias, como adquisición de la lengua turca, geografía, matemáticas, historia, teorías de la enseñanza y su campo específico de especialización. Por otra parte, los profesores deben someterse a un engañoso proceso de entrevistas, lo que complica aún más sus posibilidades de conseguir un puesto en el sector público. De acuerdo con las últimas normativas, tras superar todos estos pasos, los profesores deben matricularse en una academia creada por el Ministerio de Educación, donde recibirán formación en competencia pedagógica.
Las políticas gubernamentales no sólo impulsan a los profesores hacia el sector privado, sino que también regulan sus condiciones de trabajo. Puesto que todas las escuelas, cursos y centros de rehabilitación -privados o públicos- están sometidos al control y la regulación del Ministerio de Educación, los profesores están sujetos a las mismas leyes que rigen la disciplina y la inspección. Los profesores se ven obligados a firmar contratos de corta duración, de un año de duración, con las instituciones educativas para las que trabajan, de acuerdo con la Ley 5580 de Instituciones de Enseñanza Privada. No obstante, esta ley no protege los derechos de los profesores. Al contrario, principalmente protege a los inversores al permitirles no pagar indemnizaciones a los profesores que trabajan para la misma escuela durante muchos años.
En conjunto, he descrito las razones de los retos a los que se enfrentan los profesores de la enseñanza privada en Turquía. Como Sindicato de Profesores del Sector Privado de Turquía, no sólo defendemos los derechos de los profesores de centros privados. Representamos también a los educadores de cursos privados, centros de rehabilitación y universidades. En el campo de los cursos privados, los profesores se enfrentan a una de las peores explotaciones. En estas instituciones, los profesores se ven muchas veces obligados a dimitir antes de que finalice su contrato de corta duración para evitar cobrar durante el trimestre de verano. De acuerdo con la Ley nº 5580 de Instituciones de Enseñanza Privada, los profesores tienen derecho a una paga adicional por cada clase semanal que supere las 20 horas, y no se les puede exigir que impartan más de 40 horas. Sin embargo, en los centros privados, a menudo se obliga a los profesores a trabajar más de 45 horas semanales, a veces incluso más, sin recibir ninguna compensación adicional.
En los centros privados de rehabilitación, que atienden a niños con necesidades especiales y están financiados por el gobierno, los profesores cobran en función del número de horas lectivas que imparten. Si los padres solicitan clases adicionales, pueden pagar un extra. Sin embargo, el mayor problema de estas instituciones es que los profesores suelen cobrar el salario mínimo. Además, tienen horarios de trabajo irregulares. Si los alumnos pierden clases, los profesores tienen que recuperar esas horas y, en algunos casos, incluso se ven obligados a trabajar en sus días libres.
Los educadores de las universidades privadas trabajan bajo la normativa del Consejo de Educación Superior. Existe una ley que garantiza la igualdad de retribución entre las universidades privadas y públicas. No obstante, puesto que la aplicación y la inspección de esta ley no son tan eficaces como parece sobre el papel, los educadores siguen enfrentándose a una importante explotación.
Como Sindicato de Profesores del Sector Privado de Turquía, contamos con más de 11.000 miembros que trabajan en los distintos ámbitos del sector de la enseñanza privada que he mencionado. Sin embargo, las regulaciones legales no sólo afectan a las condiciones de trabajo y a la estabilidad económica de los educadores, sino que también limitan nuestros derechos a sindicalizarnos. Como educadores del sector privado, sólo podemos sindicalizarnos en una categoría de sector laboral conocida como „comercio, oficinas, educación y bellas artes“, que engloba a un mayor número de trabajadores que cualquier otro sector en Turquía. Esta categoría incluye a más de 4 millones de trabajadores en una amplia gama de campos diferentes, por lo que es un obstáculo que nos impide participar en la negociación colectiva.
Para abordar esta cuestión, hemos estado celebrando reuniones con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Tenemos el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre los retos a los que se enfrentan los educadores en Turquía y conseguir que la OIT intervenga ante el Ministerio de Educación y el Ministerio de Trabajo.
A fin de superar los obstáculos legales a los que nos enfrentamos, como Sindicato de Docentes del Sector Privado de Turquía, también participamos en el activismo militante, sensibilizando a la opinión pública y ayudando a que la gente comprenda los retos a los que se enfrentan los educadores.
Organizando diversas acciones frente al Ministerio de Educación Nacional y en el parque situado junto a la Gran Asamblea Nacional de Turquía (TBMM), llevamos a la agenda nacional cuestiones como los salarios base, los asuntos relacionados con la educación y los contratos de duración indefinida. Durante todo este proceso, continuamos nuestras conversaciones con el Ministerio de Educación Nacional. En el verano del año 2024, mientras se discutía la nueva ley de la profesión docente en el parlamento, organizamos una vigilia educativa de 52 días en el parque junto a la TBMM, abogando por la legalización de nuestro derecho a un salario base.
Durante ese tiempo, sindicatos de docentes de todo el mundo expresaron su solidaridad con nosotros. Queremos agradecer una vez más a todos los sindicatos de la enseñanza su apoyo. Nuestra lucha y nuestro combate seguirán haciéndose más fuertes. Me gustaría saludarles una vez más con respeto en nombre del Sindicato de Profesores del Sector Privado de Turquía.
¡Muchas gracias!