Juan Gabriel Muñoz
Intergremial de Trabajadores de la Construcción y la Madera de COLOMBIA
“Los trabajadores colombianos aspiramos con mucha frecuencia el cambio que desde la independencia se pretendía luego de la justa libertadora liderada por Simón Bolívar, a pesar de este pensamiento idealista año tras año vemos como los gobernantes cometen errores con la administración de los recursos públicos que bien saben gestionar su cobro pero que a la hora de disponer para el pueblo este recurso se puede ver como los favorecidos siguen siendo algo asi como los españoles que siendo minoría se favorecían de manera acaparadora”.
Después de más de 200 años de tener acta de independencia; son muchos los aspectos que se asemejan a lo que en teoría debimos haber cambiado son muchos los hombres y mujeres que hoy en día sentimos que NO somos libres, los grilletes de los esclavos de la época de la colonia, hoy están en museos; pero nuestras ataduras hoy son mas fuertes y menos tangibles el mundo gira en torno a la oferta y la demanda. La mano de obra es un negocio donde se monetiza la fuerza laboral pero los trabajadores son menos remunerados por su aporte al crecimiento del capital incluso pese a la superproducción mundial; los trabajadores en Colombia del 2021 seguimos esperando, lo que decía nuestro libertador, “Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración. Sin embargo, nuestra división no es extraña, porque tal es el distintivo de las guerras civiles formadas generalmente entre dos partidos: conservadores y reformadores. Los primeros son, por lo común, más numerosos, porque el imperio de la costumbre produce el efecto de la obediencia a las potestades establecidas; los últimos son siempre menos numerosos aunque más vehementes e ilustrados. De este modo la masa física se equilibra con la fuerza moral, y la contienda se prolonga siendo sus resultados muy inciertos. Por fortuna, entre nosotros, la masa ha seguido a la inteligencia». http://www. cervantesvirtual.com/obra-visor/doctrina- del-libertador–0/html/ff6f5f94- 82b1-11df-acc7-002185ce6064_27. html
Los cambios que se han dado donde las guerras y las revoluciones en otros lugares del mundo como en Europa destruyeron todo incluso lo que servía y construyeron un lugar de oportunidades donde hombres y mujeres obtengan bienestar como fruto de su esfuerzo y trabajo constante, “nadie que trabaje 8 horas diarias debería ser pobre”.
Los trabajadores colombianos que migran a otros lugares ven como su bienestar es el resultado de su remuneración salarial, los gobiernos de otros países han ido gestionando políticas publicas de empleo que generan alianzas educativas y tecnológicas para que las economías crezcan por el bienestar del colectivo.
La Intergremial de trabajdores de la construcción y madera de Colombia, piensa en grande, los proyectos son apalancados por el hecho de ver posible un mejor lugar para trabajar donde nuestros afiliados entregan a través de sus manos el crecimiento personal y el alcance de sus proyectos de vida, en aspectos personales como la salud y la seguridad en sus lugares de trabajo, aspectos familiares como la conformación y mantenimiento de una familia basada en el sentimiento del amor, en aspectos socio-culturales como el disfrute de sus metas y el libre consumo de entretenimiento y en aspectos educativos como poder acceder a formación para fortalecer sus talentos o incluso las garantías que merece ser experto en un oficio.
Las tecnologías como la construcción de metro de Bogotá, Colombia merece especial gestión de vigilancia, los trabajadores de este proyecto que ven como sus expectativas de estabilidad laboral deben obedecer a la relación responsable del empleador – empleado sabiendo este proyecto tiene un tiempo extenso de realización y como plataforma de trabajo digno y decente estamos enfocados en dar siempre el apoyo para que este medio de trasporte vanguardista brinde orgullo a los colombianos que lo autorizaron y a los trabajadores que lo harán realidad, toda vez que hace parte del progreso de nuestro país.
La fuerza laboral de nuestro país es destacada por su conexión con el cumplimiento de las metas de los administradores, somos trabajadores de pensamiento responsable, agradecidos con las oportunidades, pero a la vez somos críticos frente a las condiciones desmejoradas de las nuevas formas de relación entre capital y mano de obra, hoy en día tenemos mano de obra más calificada, más educada, hemos profesionalizado muchos oficios y sin embargo hoy en día somos menos remunerados economicamente, lo que indica que estamos en medio de una generación que es inquieta y dinámica, a la vez más insatisfechos y que se ve obligada a participar de procesos como los estallidos sociales influenciados por el creciente acceso a tecnologías de la comunicación.
Pese a que nuestro país está, lo que se dice, en vía de desarrollo es difícil medir cuanto tiempo estaremos así “en vía de desarrollo”, cuando esta vía es constantemente reemplazada por el mandatario de turno, los proyectos de desarrollo cambian de igual manera que cambian los alcaldes, gobernadores y presidente, mientras que el salario mínimo de nuestro país tiene una dinámica de crecimiento insuficiente frente a la economía globalizada y transversalidad por el precio del dólar como moneda internacionalmente base de la oferta y la demanda, en otras palabras desde que Colombia decidió ingresar a los tratados de libre comercio el salario mínimo oscila entre los 260 y 270 dólares y así podemos definir que nuestra independencia económica no existe y mucho menos tenemos soberanía, las estrategias de gobierno son cada vez menos absolutistas y en vez de esto son dependientes de las formas que sugieren las multinacionales, lo que fortalece la teoría de los sindicalistas que dice que “no somos libres”, que nuestras luchas siguen más vivas que nunca antes, la pandemia del COVID-19 demostro que mucho de lo que se creía formal y fortalecido; estaba sustentado en economías de especulación y en el momento que dejamos de producir muchos empleos dejaron de existir por ser débilmente respaldados por los gobiernos, el empleo formal es cada vez más exigente frente a los índices de consumo de los seres humanos, pero en países como el nuestro las cargas laborales son inmedibles, mientras que una tecnología de producción en países desarrollados puede incrementar sus resultados únicamente con automatización industrial en Colombia aún creemos que los hombres y mujeres trabajadoras deben trabajar tiempo extra para producir más, mientras que el deterioro de su calidad de vida es absoluto, caso distinto de los emprendedores que han abierto las puertas al apalancamiento en las nuevas tecnologías como el internet y las redes sociales, las nuevas tecnologías son bastante innovadoras y generan millones de dólares que antes estaban a cargo de empleos tradicionales especialmente en las áreas de logística y trasporte público, aplicaciones para Smartphone entregan en la puerta de su casa todos los productos y servicios que facilitan el diario vivir.
Afortunadamente el acceso a la información es facilitada para quienes se interesan nos permite libertad, „El conocimiento es poder. La información es liberadora. La educación es la premisa del progreso, en cada sociedad, en cada familia“ Kofi Annan nobel de la paz 2001 y ex secretario general de la ONU, https://www.google. com/search?q=el+conocimiento+es+poder+ la+informacion+es+liberadora&- source=lmns&bih=643&biw=1366&- client=firefox-b-d&hl=es&sa=X&ved= 2ahUKEwjgwfOF18D0AhUVWt8KHb4OBPcQ_ AUoAHoECAEQAA
La generación actual conoce las ventajas de la virtualidad, los trabajadores actuales conocemos la historia y debemos ser conscientes que la seguimos construyendo, muchas cosas han cambiado, algunas no para mejorar, las organizaciones sindicales son cada vez menos pero las que estamos somos determinados creemos que encontraremos las herramientas suficientes para seguir flotando en este inmenso mar, donde los retos se resume en promover un mundo mejor al que conocemos y permitir que esos seres queridos que son nuestros hijos y las nuevas generaciones puedan disfrutar de lo que quizás hemos soñado siempre, pero que se nos ha complicado materializar, somos responsables como cuidadores de programar mejor a las generaciones que heredaran el mundo que conocemos.